La Universidade da Coruña quiere adelantar el inicio del curso a septiembre

La institución coruñesa respalda la propuesta de la Conferencia de Rectores, que incluye anticipar el inicio del curso y trasladar las pruebas de recuperación al mes de julio

José María Barja y Ángel Gabilondo.

José María Barja y Ángel Gabilondo.

María De La Huerta | A Coruña

El equipo de gobierno de la Universidade da Coruña (UDC) pretende adelantar el inicio y el final del curso académico, así como situar en el mes de julio los exámenes de recuperación que actualmente se realizan en septiembre. Según explicaron ayer a este periódico fuentes próximas al rector, José María Barja, el proyecto que se maneja es que las clases comiencen en el mes de septiembre.

El mayor obstáculo a este plan reside -según esas mismas fuentes- en las pruebas de acceso a la Universidad (PAU) de septiembre: en tanto no se muevan, impedirían anticipar el inicio de las clases, al menos de las correspondientes al primer curso. Esta pretensión de adelantar el calendario permitiría ampliar hasta aproximadamente un mes el intervalo entre los exámenes de junio y los de julio.

Desde el entorno de Barja se precisó que el calendario que maneja la institución coruñesa está supeditado a las decisiones que adopte la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y busca, ante todo, una homologación con el resto de las universidades españolas.

Precisamente, la CRUE celebró el miércoles una reunión, tras la que reclamó al Gobierno central más recursos económicos para becas y abogó por la reforma del calendario de clases con el fin de garantizar que la adaptación de España al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se lleve a cabo con más garantías de éxito. La petición al Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero de un mayor esfuerzo económico para las universidades fue realizada por la CRUE en la Universidad Ramón Llull de Barcelona, en donde se reunió el comité permanente de este organismo.

El presidente de la CRUE y rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo, calificó de "ineludible" esta ayuda extraordinaria, en especial en el actual momento de crisis económica, porque la Universidad es "una pieza clave para afrontar el futuro". A juicio de Gabilondo, el esfuerzo que debería hacer el Gobierno para facilitar la adaptación al llamado Proceso de Bolonia no debería ser inferior a los cien millones de euros, para poder incrementar el número de becas a los estudiantes.

"Doblar las becas es totalmente necesario para que el discurso de la movilidad en Europa y la igualdad de oportunidades sea creíble", manifestó Gabilondo, tras señalar que el porcentaje de estas ayudas debería pasar del actual 1,9% al 4%.

El portavoz de los rectores sostiene que no es aceptable creer que la adaptación a Europa pueda realizarse "a coste cero". La ayuda debería llegar lo antes posible, a juicio de los rectores, dado que algunas universidades ya han implantado en el presente curso los nuevos títulos de grado, aunque la mayoría lo hará durante el próximo curso 2009-10.

Los rectores de las universidades españolas reclaman también precios públicos no sólo para las matrículas de las titulaciones de grado -que son todas aquellas que deben capacitar para el ejercicio de una actividad profesional-, sino también para algunos máster necesarios para el desarrollo de esa actividad.

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