Descubierto en Murcia el mayor enterramiento prehistórico de España

Una excavación arqueológica ha permitido descubrir el enterramiento con mayor número de restos inhumados de toda la Prehistoria peninsular y uno de los mayores de Europa, localizado en el yacimiento de Camino del Molino del municipio de Caravaca de la Cruz (Murcia), que alberga restos de 1.300 individuos de más de 4.000 años de antigüedad.

El enterramiento supera, en concreto, los cerca de 300 enterrados en San Juan ante Portam Latinam en Álava, los algo más de 200 de Can Martorell en Barcelona, y los casi 170 de Carritx, en Menorca, según informaron el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, y el arqueólogo Joaquín Lomba. Ambos presentaron ayer el hallazgo con motivo de la finalización de la excavación arqueológica.

Junto a los restos humanos, se encontraron medio centenar de esqueletos completos de perros que debieron acompañar a los difuntos. Los arqueólogos también recuperaron algunas vasijas cerámicas, unas 50 láminas de sílex, y otras tantas puntas de flecha, varillas y punzones de hueso. También se hallaron algunas cuentas de collar, puñales de sílex, una veintena de punzones, y una punta y un puñal de lengüeta, según informaron fuentes del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz en un comunicado.

Sobre el ajuar funerario, aunque es escaso en comparación con el elevado número de individuos enterrados, los arqueólogos consideraron que es "el habitual si lo relacionamos con el pequeño sector de esa población que debió considerarse como de alto rango, y que sin duda está también depositado en la cueva".

Desde esa perspectiva, Camino del Molino proporcionó "la mayor colección de punzones de cobre de toda la Región de Murcia y una de los mayores conjuntos de este tipo para enterramientos calcolíticos del sureste peninsular", explicó el Consistorio. Destacó como pieza "excepcional", además, un puñal metálico de 32 centímetros de longitud, los puñales de sílex -dos de ellos con una factura única- y un punzón de cobre que aún permanece enmangado en un fragmento de tibia de perro.

Los datos disponibles permiten plantear que se trata de un yacimiento "excepcional" en el que se entierra la práctica totalidad de la población de una comunidad que depositó a sus finados en la misma cueva a lo largo de 400 años, lo que permite hacer una estimación de población de 60 ó 70 personas para el poblado con el que se relaciona. Esto abre la posibilidad de estudiar, por primera vez, una población completa de un hábitat prehistórico de esas dimensiones en su totalidad, analizando cuestiones relacionadas con las edades en el momento del fallecimiento, sus patologías, sus enfermedades, sus dietas alimentarias y diversos rasgos antropométricos.