Taiwán

La crisis marca el comienzo del Año Nuevo Lunar

EFE

La llegada del Año Nuevo Lunar, equivalente a una "navidad asiática", supone una fuerte presión económica sobre las familias taiwanesas, para sufragar una tradición con gastos de decoración, ropa nueva, preciados alimentos tradicionales y los sobres rojos con efectivo que deben entregarse a los familiares.

Las pagas especiales, que en ocasiones superaban los 24 meses, han sufrido drásticas bajas, ante la escasez de ganancias de las empresas, por eso el regalo gubernamental de 2.500 millones de dólares a los ciudadanos ha supuesto un rocío en la sequía.

"Los cupones de consumo han llegado en un buen momento, porque eso me libera de llenar mucho los sobres rojos para los familiares, porque ya han recibido algo", dice Cheng Mei-fu, una abuela de Taipei.

Los mercados de productos tradicionales de Taiwán se llenan en estos días, en los que los isleños se reúnen con sus familiares para celebrar la vigilia de Año Nuevo, y siguen rituales culinarios y sociales fijados hace muchos siglos.

La decaída economía isleña también se ha dinamizado con el reparto, el domingo, de los cupones, gracias a una inteligente campaña de ofertas especiales en cientos de comercios.

Los hipermercados fueron los más beneficiados por los bonos con ventas de hasta 20 millones de dólares diarios en las cadenas Carrefour, RT Mart y Geant, y otras tiendas como la de electrónica Tsann Kuen también alcanzaron marcas similares.

"A pesar de que hemos aumentado el personal en las cajas, no damos abastos y las colas se acumulan", dice Kuo Chien-nan, gerente de un hipermercado.

Los grandes almacenes también han experimentado una nueva primavera, gracias a sus fuertes ofertas que incluyen el regalo de el triple del valor de los cupones utilizados.

"Hemos alcanzado una marca histórica de ventas", dijo Ho Mo-chen, gerente de una gran superficie.

Varias marcas famosas de zapatos han lanzado ofertas para que quienes usen allí sus cupones reciban un segundo zapato de piel por unos 10 dólares, y en todos los sitios se ven atractivos anzuelos para gastar los cupones.

Las ciudades taiwanesas también han montado una competición de sorteos para atraerse a los compradores y reactivar el comercio local.

En Taichung, el gobierno sortea un apartamento de lujo valorado en más de 330.000 dólares; en las islas Pescadores, un año de vacaciones pagadas en una isla deshabitada; en Changhua, un terreno de más 200.000 dólares; en Taoyuan, un lingote de oro de cuatro kilogramos; y en la ciudad de Taipei, 110.000 dólares en efectivo.

Más del 90 por ciento de los 23 millones de taiwaneses retiraron sus bonos el domingo y ya se sienten los efectos de la medida en la reactivación del comercio, para el respiro del promotor del programa, Chen Tai-jy.

Chen albergaba sus temores de que la medida fracasase como lo hizo en el pasado cuando se puso en práctica en Japón.

"Taiwán es el primer país que regala bonos para reactivar el consumo local ante la actual crisis económica y sólo teníamos referencias lejanas", confiesa Chen, que es el director del Consejo de Planificación y Desarrollo Económicos.

El reparto de los bonos también tuvo efectos no esperados, como la detención de 30 fugitivos de la justicia que se presentaron a reclamar sus cupones, y la reunión de familiares que no se veían desde hacía años.

Con los cupones este Año Nuevo Lunar del Toro comenzará con optimismo, a pesar de que la economía taiwanesa, orientada a la exportación, está sufriendo por la caída en los mercados mundiales de sus productos electrónicos e informáticos.

La isla no ha registrado grandes pérdidas por el colapso de entidades financieras estadounidenses, pero su manufactura está resintiéndose con una clara crisis en el sector de la memoria DRAM y de las pantallas de cristal líquido.

El Gobierno espera que el reparto de los cupones añada un 0,64 por ciento al crecimiento económico de la isla en 2009.

Tracking Pixel Contents