María Isabel Docampo: "Hay sólo dos patentes explotadas en la universidad coruñesa, no es un mal dato"

Las patentes son desde hace décadas un símbolo de la profesionalización de un país y, en los últimos tiempos, la legislación ha apostado por protegerlas para fomentar la investigación. Algunas de las creaciones más importantes nacidas en los laboratorios universitarios coruñeses son la enzima B-Galactosidasa, que permite a los intolerantes a la lactosa tomar queso y yogures, una persiana generadora de energía fotovoltaica y un sistema de estimulación multisensorial para enfermos de parkinson.

La OTRI, Oficina de Resultados de Transferencia de Investigación, es la encargada de mediar entre la Universidad y las empresas, una relación que se ha visto fortalecida en los últimos años, según cuenta la responsable de gestión de patentes de la UDC, María Isabel Docampo.

-La UDC tiene dos patentes que generan beneficios de las 77 concedidas, ¿es un mal dato?

-No, porque el periodo para la concesión de una patente es muy largo, de hasta cuatro años y la UDC es muy joven. Además, no son lo único que puede ofrecer la Universidad a las empresas y la sociedad. Los acuerdos de colaboración, por ejemplo, son muchísimo más numerosos e importantes, porque también general resultados.

-¿Cuáles son las patentes explotadas?

-Son patentes pertenecientes al área de informática, son dos tecnologías. No se puede dar mucha más información porque todavía están negociándose con las empresas.

-¿Ha habido en los últimos tiempos un incremento en la solicitud de patentes?

-Sí, hay más solicitudes desde hace unos años. En 2008, nos concedieron 4 de las 11 patentes que solicitamos, además se han hecho más acuerdos de colaboración.

-¿En qué áreas registra más patentes la UDC?

En biotecnología, en ciencias de la salud, en bioquímica?se trabaja en numerosos campos. A veces, además de los investigadores, también se asimila a alumnos y se recurre a asesores.

-¿Cómo se trabaja con las patentes en la Universidade da Coruña?

-Actualmente, hay 160 grupos de investigación en la Universidad que trabajan al servicio de las empresas, nosotros llevamos a cabo la gestión de la formación de la patente y ponemos en marcha los trámites necesarios. Es importante la relación empresa Universidad porque no todas las empresas, las pymes por ejemplo, pueden tener investigadores contratados.

-¿Cómo funciona el sistema de patentes para estudiantes de últimos cursos universitarios, aquellos sujetos a proyectos de fina de carrera?

-Para estudiantes de proyectos y becarios no rige la legislación de patentes de la Universidad, que se aplica sólo a investigadores , es decir profesores asalariados que se dedican a eso, y de cuyos trabajos la Universidad es la titular. Los alumnos y becarios son libres con respecto a sus proyectos. Todos están sometidos a la normativa sobre patentes, pero para el caso de estudiantes, también hay que tener en cuenta la regulación interna de la facultad.

-¿Las solicitudes de patentes se hacen sólo desde el punto de vista más profesionalizado y científico, o la gente busca patentar cosas aparentemente más sencillas, como en su momento el chupa chups o la fregona?

-Todas las semanas llegan a nuestra oficina personas que quieren patentar algo, tienen una idea y buscan apoyo para realizarlo. Algunas se ponen en contacto con grupos de investigación, pero otras no llegan a nada. Nosotros admitimos la patentabilidad en principio, porque si una persona cree que tiene un invento, no somos quienes para ponerlo en duda.