"Ofende a todos, cristianos y ateos"

Párrocos de A Coruña consideran que los 'buses ateos' insultan a los ciudadanos mientras hay quien advierte que la Iglesia también promovió sus propios anuncios

Ana Ramil | A Coruña

Desde grandes detractores hasta quienes piensan que la Iglesia fue la primera en iniciar esta particular batalla de anuncios religiosos en la calle. La llegada de la publicidad atea a los autobuses de A Coruña -que podrá verse a partir del próximo 6 de marzo en varias líneas- no deja indiferentes a los párrocos coruñeses, que discrepan ante las consecuencias que para la población tendrá esta promoción, financiada por la Unión de Ateos y Librepensadores, y que se exhibe desde hace semanas en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga.

Para la mayoría de sacerdotes que se oponen a este tipo de publicidad, la ofensa a los ciudadanos es su principal argumento. "Estos mensajes ofenden a los creyentes. Me parece lamentable que se consienta este tipo de publicidad. Es un desatino y un insulto hacia los católicos. Yo no pienso subirme en ellos", indica el párroco de la Colegiata de Santa María de A Coruña, Rafael Taboada. Una opinión que el abad de Santa Lucía, José Ríos, extiende al conjunto de la población. "Estas iniciativas perjudican a todo el mundo, a los que creen y a los que no, porque los ateos también son hijos de Dios", sostiene y añade: "Hay que respetar la conciencia de los demás sean cristianos, ateos o de cualquier otra religión. Las doctrinas se pueden exponer pero con respeto".

Ambos sacerdotes apoyan su postura en que el slogan de esta campaña publicitaria -Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida- es falso. "Es un disparate y no tiene ningún sentido decir que no hay Dios. Es algo que no podemos aceptar", indica el padre Taboada. "Aunque se consideren ateos es imposible que nunca vean a Dios. A lo mejor un día descubren su presencia", añade José Ríos.

Pero no todos los párrocos coruñeses se muestran críticos con este lema y hay quien incluso lo suscribe. "Los promotores de esta publicidad rechazan un Dios que nos amarga, que no nos da felicidad, que nos castiga y yo tampoco quiero este tipo de Dios. Yo únicamente creo en el que da alegría e ilusión", resalta el cura de la parroquia de Xestoso -en el concello coruñés de Monfero-, Luis Rodríguez Patiño. Lejos de ofender, este sacerdote cree que la frase elegida como slogan de los ateos españoles "hará reflexionar a todo el mundo y eso siempre es bueno".

Al contrario que sus colegas de profesión, Rodríguez se muestra crítico con la posición que la Conferencia Episcopal ha adoptado hacia los buses ateos. "Antes de que llegara esta publicidad a España, los protestantes ya tenían paneles informativos -de influencia anglosajona- con motivos religiosos encabezados siempre por Dios existe. En A Coruña, estos anuncios pudieron verse en paradas de autobuses o en vallas de la avenida Alfonso Molina", indica Rodríguez, quien sostiene: "Ahora, desde la Iglesia católica no se debería protestar por la publicidad promovida por asociaciones ateas".

Una anuncio móvil

El lugar elegido por los ateos para difundir sus ideas tampoco pone de acuerdo a los curas de A Coruña y comarca. Mientras el párroco de la Colegiata considera "un peligro y un disparate" poner anuncios en un servicio de transporte "porque puede despistar al resto de conductores", el sacerdote de Santa Lucía asegura que la ubicación es lo de menos. "Es normal que elijan un autobús porque llevan la publicidad a todas partes, de un lado a otro de la ciudad, pero sinceramente, este tipo de anuncios no deberían existir en ninguna parte", sostiene. Luis Rodríguez se muestra más benévolo y, aunque no le preocupa en exceso la polémica de los autobuses, aboga por que desaparezcan este tipo de anuncios "vengan del sector que vengan, tanto de la Iglesia como de los ateos".

Unos y otros sólo se ponen de acuerdo en que el respeto es la base para difundir cualquier creencia. "No tendría sentido que yo saliera a la calle a gritar las leyes que no me gustan. Cada uno debe exponer sus doctrinas con respeto", indica Ríos. El clero no critica a los ateos pero sí su forma de promocionarse.

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