Galicia ha registrado un aumento de las temperaturas medias de 1,4 grados desde 1973, por encima de la media europea -que ha subido 0,95- y de la global -con un aumento de 0,7 grados-, según el último informe de la organización ecologista Greenpeace sobre el cambio climático. En el 25 aniversario de la organización en España, el Rainbow Warrior II, como "embajador del clima", llegó ayer a capital coruñesa en su recorrido por diferentes puertos de la península ibérica.

"Junto al aumento de las capturas de especies originarias de aguas cálidas, estos cambios tienen ya un efecto negativo en las capturas de especies como la sardina, el pulpo o el jurel, y un descenso en el crecimiento de especies claves en la economía gallega como el mejillón", explicó ayer el responsable de la campaña de bosques y clima de la entidad, Miguel Ángel Soto.

Este portavoz de Greenpeace destacó, también, que el sector forestal gallego se ve afectado en la actualidad por el cambio climático, con un aumento del riesgo de peligro de incendios, el incremento de riesgo de nuevas plagas o la mayor virulencia de las existentes y la disminución del potencial de los bosques gallegos para actuar como sumideros de CO2.

Para frenar este proceso, Greenpeace destacó el papel fundamental de las comunidades autónomas y pidió al nuevo Gobierno gallego que continúe con el trabajo realizado durante la anterior legislatura, en la que se elaboró un estudio sobre las evidencias del cambio climático en Galicia y se redactó un Plan contra el Cambio Climático.

El director de campañas de Greenpeace, Mario Rodríguez, instó ayer a la Xunta a promover un "gran acuerdo" entre las fuerzas políticas, el sector pesquero y la industria para desarrollar un Plan Eólico Marino en las costas gallegas, paralelo, dijo, al desarrollo de la energía eólica terrestre.

En rueda de prensa, el director de campañas de Greenpeace y el responsable de campañas de Bosques y Clima de la organización, Miguel Ángel Soto, criticaron que no exista por parte de los partidos con representación en el Parlamento gallego un acuerdo para el desarrollo de un Plan Eólico Marino, una postura que el director de campañas de Greenpeace calificó de "hipócrita".

"Nos sorprende la unanimidad en contra de una tecnología renovable que puede ser la solución, pero que no se esté de acuerdo en acabar con los combustibles fósiles", indicó Mario Rodríguez en alusión a las centrales térmicas de As Pontes y de Meirama.

El director de campañas de Greenpeace denunció la "falta de valentía política" para acabar con estas centrales, mientras que el responsable de Bosques y Clima señaló que "el 37% de las emisiones de gases que genera Galicia proceden de Meirama y As Pontes". Ambos criticaron también la apuesta de complejos como el de Sogama para la gestión de los residuos sólidos urbanos y señalaron que esta instalación se sitúa en quinto lugar en emisiones de gases en Galicia.

Miguel Ángel Soto destacó que Galicia tiene el 0,04 % de la población mundial "pero sus emisiones de gases de efecto invernadero representan el 0,12% del total".