El Papa Benedicto XVI afirmó hoy que la fe es un viaje por un "mar frecuentemente borrascoso" que no debe interrumpirse ni siquiera en los momentos de oscuridad, sino que debe adherirse al proyecto divino con "sagrada urgencia".

"La gracia del Espíritu Santo no comporta lentitud", dijo el Papa.

El Papa ha subrayado que tras el reclamo divino la Virgen recorre un nuevo camino, emprende el camino fuera de su casa y se deja "conducir solamente a Dios".

Durante la misa, una mujer comenzó a dar voces en alemán tras la homilía del Papa y fue alejada por la guardia suiza y los gendarmes del Vaticano.

El Papa cruzó a pie el espacio entre el palacio papal y la iglesia y en el camino saludó a los fieles congregados, y bendijo a niños y mayores.