El documental "The end of the line", que se emitirá el próximo martes 25 en Palma Aquarium, relata cómo el incremento de la demanda del bacalao del Norte llevó a esquilmar la mayor población mundial de esta especie en Alaska, explica cómo las nuevas tecnologías de las flotas de altura no dejan escapatoria a los bancos de peces o de qué manera la acuicultura como solución es un mito ya que es necesario pescar para alimentar a las crías de estas "granjas".

La directora de Educación de Palma Aquarium, Deborah Morrison, asegura, en declaraciones a Efe, que la situación "bastante crítica" de las pesquerías que denuncia el documental "no es algo reciente", pero sí es un problema "desconocido para el gran público".

La película aborda la inminente extinción del atún provocada por la demanda creciente de sushi o el impacto sobre la vida marina de la superpoblación de medusas y reflexiona sobre las profundas implicaciones de un futuro sin pescado que podría generar hambrunas.

Aunque el equipo de producción ha recorrido desde el estrecho de Gibraltar a las cosas de Senegal y Alaska o el mayor mercado de pescado del mundo en Tokyo, Morrison recuerda también que una de las especies que está en mayor peligro es el atún rojo, que tiene "uno de sus lugares más importantes de desove y cría en el sur de Baleares".

La película reparte la responsabilidad entre los consumidores que compran especies en peligro sin saberlo, los políticos que ignoran las advertencias de los científicos y los pescadores que incumplen las cuotas y la normativa, así como a la industria pesquera mundial por la lentitud en su reacción "que está acelerando el desastre".

Morrison es partidaria de la "aplicación inminente" de medidas como un incremento de las reservas marinas y el cumplimiento estricto de la normativa y la cuotas pesqueras existentes, pero reclama también mayor concienciación ciudadana.

"Es importante que todos tengamos conciencia de la problemática y hagamos un esfuerzo, por pequeño que sea, de ajustar el consumo de forma que se reduzca la demanda y no se ejerza una pesca tan bestial como la actual", indica.

El documental subraya la importancia de conocer el origen del pescado que se adquiere, para que cada ciudadano pueda estar seguro de que lo que consume procede de una pesca sostenible y no es una especie en extinción.

"El problema es que no sabemos qué compramos y de dónde viene, sobre todo cuando pedimos pescado en un restaurante y la información es la llave del éxito para evitar consumir atún rojo y por ejemplo tener en cuenta que hay alternativas como la albacora o el bonito del Norte", subraya Morrison.

El documental deja lugar a la esperanza y señala que es un problema "relativamente fácil de solucionar", aunque Morrison advierte de que "recuperar las especies marinas cuesta mucho tiempo".

"The end of the line" se difundirá en una proyección especial bajo invitación el próximo martes en Palma Aquarium, con el objetivo de concienciar sobre este problema.

Estrenada en el pasado Festival de Sundance en enero, la película llegará a las pantallas españolas en octubre, en una versión doblada por el actor Antonio Banderas.