El Gobierno laborista y la oposición conservadora que controla el Senado llegaron a un acuerdo para sacar adelante la ley de Objetivos de Energía Renovables (RET, según sus siglas en inglés), tras días de negociaciones.

El texto entrará en vigor el uno de enero del año próximo con el propósito de cubrir el 20 por ciento de las necesidades de energía australianas mediante de renovables (eólica, solar, hidráulica y geotermal), que sólo suponen el cinco por ciento del total.

La nueva legislación beneficiará a las empresas que utilicen energías "limpias" y prevé compensaciones para aquellas que empleen ingentes cantidades de energía en sus procesos productivos, como los fundidores de aluminio y los procesadores de alimentos.

El acuerdo incrementa las esperanzas de que el Gobierno y la oposición logren un acuerdo sobre el nuevo sistema de comercio de gases contaminantes, que prevé reducir las emisiones entre el cinco y el 25 por ciento antes del 2020, y que fue rechazado la semana pasada en el Senado.

"Pido a la oposición, que recientemente se ha convertido en partidaria de la energía renovable, que profundice en la lucha contra el cambio climático y apoye el nuevo sistema de reducción de la polución propuesto por el Gobierno", manifestó la ministra de Cambio Climático, Penny Wong.