En la retina de muchos aún está grabada la imagen de una doña Letizia radiante en la boda de Mary Donaldson y Federico de Dinamarca que se celebró en mayo de 2004. Con un vestido de color rojo intenso y escote trapecio firmado por Lorenzo Caprile, la que sería futura Princesa de Asturias se llevó los elogios de la prensa internacional.

Meses antes, en su petición de mano, Letizia Ortiz ya había llamado la atención de los responsables de las principales revistas de moda de todo el mundo con su impoluto traje de chaqueta blanco de Armani. Desde entonces, el fondo de armario de la futura reina de España se ha ido renovando aunque los pantalones de sastre y los famosos peep-toes ocupan un lugar destacado.

Le ha llevado mucho tiempo encontrar un estilo propio, de presentadora de informativos a princesa en tan sólo unos meses. Aún así, doña Letizia se ha mantenido fiel a sus tiendas preferidas, la mayoría, de diseñadores españoles. Adolfo Domínguez, Miguel Palacio o Felipe Varela -este último es autor de la mayoría de sus prendas de trabajo oficial- son parte de su muestrario habitual aunque también se puede ver a la princesa en Mango, Zara o Massimo Dutti.

Ha sido en Mallorca donde la esposa de don Felipe ha dado rienda suelta a su imaginación. Vestidos, faldas de corte deportivo y cuñas de esparto muy coloridas alegran su vestuario veraniego.

Para su primera aparición oficial en la isla, en la primavera de 2004, Letizia, siendo aún novia del Príncipe de Asturias, eligió una falda en tonos blancos y negros que acompañó con una chaqueta de manga hasta los codos de color oscuro. Su siguiente sesión fotográfica tuvo lugar meses después en alta mar. Gorra verde caqui y atuendo deportivo para una jornada marinera en compañía de la Reina y sus cuñados. Lució bronceado en la cena de tripulaciones de la regata Breitling y embarazos años más tarde a bordo de la Somni.

Para los actos oficiales, se decanta casi siempre por prendas clásicas, falda o pantalón con chaqueta ajustada a la cintura y complementos a juego. Las joyas llevan el sello de Tous, Yanes, Cartier o Suárez.

Aunque, en estos últimos meses, los vestidos se han convertido en imprescindibles. Quizás, el modelo de Varela en tonos malva que utilizó para saludar a Carla Bruni en la visita oficial del presidente francés a España, la haya elevado a la categoría de las más elegantes. También ha contribuido el colorido vestido de Ailanto que lució el pasado 5 de agosto en su paseo familiar por el Parc de la Mar. Doña Letizia no olvida tampoco las firmas isleñas, de hecho, este verano ha sustituido sus zapatos peep-toes con plataforma por diversos modelos de bailarinas de Jaume Mascaró. También sus hijas, las pequeñas Leonor y Sofía, se suman a la moda de las abarcas menorquinas, tienen de todos los colores.

En el podio de las más elegantes de Vanity Fair de este año, otra española: Penélope cruz se lleva el bronce.