El nadador guipuzcoano Carlos Peña ha iniciado hoy en Alar del Rey (Palencia) la primera etapa de su recorrido a lo largo de los 130 kilómetros del Canal de Castilla, que atraviesan las provincias de Palencia y Valladolid, con el objeto de reivindicar apoyos para luchar contra la leucemia.

A las ocho de la mañana el nadador de Tolosa se lanzó al agua del Canal de Castilla en la dársena de Alar del Rey, justo donde nace esta obra de infraestructura hidráulica del siglo XVIII.

Lo ha hecho con traje de neopreno, unas pequeñas manoplas en las manos y unas aletas de metacrilato fabricadas por él mismo y que son más ligeras que las estándar, por lo que se supone le harán más fácil las tres etapas en que prevé recorrer, nadando de espaldas y en tres días, los 130 kilómetros del Canal de Castilla hasta Valladolid, a una media diaria de más de 40 kilómetros.

Con este reto, Carlos Peña pretende sensibilizar a la población sobre la importancia de luchar contra la leucemia y de paso conseguir apoyos y socios, uno por cada kilómetro de agua que cruce, para la Fundación Josep Carreras.

Para ello ha elegido como escenario el Canal de Castilla, justo en el año en que esta infraestructura celebra el 250 aniversario del inicio de su construcción y en la misma semana en la que otro nadador, David Meca, hacia lo mismo pero en tan solo cinco kilómetros y con el objeto de impulsar el potencial turístico y cultural de esta vía fluvial.

El "nadador, aventurero y activista por la paz y el medio ambiente", como él mismo se ha definido, se ha lanzado a sus aguas porque le habían hablado muy bien del Canal de Castilla. "Tengo amigos que lo han hecho en piragua, otros que lo han recorrido haciendo el Camino de Santiago y gente de la zona que lo conoce", ha asegurado a Efe.

Cuenta con el apoyo logístico y moral de su amigo Jesús Ramírez, un pamplonica que le acompaña habitualmente con su piragua, pero que esta vez ha elegido una bicicleta para recorrer el camino (de sirga) paralelo al canal, y desde ahí dirigir al nadador y decirle cuándo se aproxima a una esclusa.

En ese momento Peña sale del agua, se quita las aletas, cruza la esclusa, vuelve a ponerse las aletas y se lanza de nuevo al agua, una operación en la que invierte apenas unos minutos, los mismos que tarde en tomarse, cada veintiocho exactamente, un tentempié a base de barritas energéticas, agua y glucosa líquida, que le facilita su amigo el piragüista.

Hoy llegará a la localidad palentina de Lantadilla entre las 8 y las 9 de la tarde, después de 12 horas nadando y "si todo va bien" dormirá en Frómista.

Mañana volverá a tirarse al agua para hacer los más de 40 kilómetros que separan Lantadilla de Husillos, y el domingo, en la etapa final, recorrerá la distancia entre Husillos y Valladolid.