Entre las respiratorias se incluyen la displasia bronco-pulmonar, la fibrosis quística y el asma moderado-grave persistente.
Además, se citan las siguientes enfermedades crónicas:
.- Diabetes mellitus tipo I y tipo II con tratamiento farmacológico.
.- Insuficiencia renal moderada-grave.
.- Hemoglobinopatías y anemias moderadas-graves.
.- Asplenia (ausencia de bazo).
.- Enfermedad hepática crónica avanzada.
.- Enfermedades neuromusculares graves.
.- Pacientes con inmunosupresión (incluida la originada por infección por VIH o por fármacos o en los receptores de trasplantes). Aquí entran enfermos de cáncer tratados con quimioterápicos.
.- Obesidad mórbida (índice de masa corporal igual o superior a 40).
.- Niños y niñas y adolescentes, menores de 18 años que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye.