Dolores Ibárruri, de cuya muerte se cumplen hoy dos décadas, fue una política y una revolucionaria racial, que no dejaba a nadie indiferente, por lo que le hace justicia el sobrenombre por el que es conocida: "La Pasionaria".

Su nombre está ligado al PCE, donde ocupó desde el inicio (1920) cargos relevantes, aunque comenzó a militar en el PSOE en 1917.

Su regreso a España en mayo de 1977 desde su exilio en Moscú, donde vivió 38 años, junto con el de Santiago Carrillo, es considerado por muchos el símbolo del final de la dictadura y de la democracia en el país.

El pseudónimo con que es conocida, "Pasionaria", se lo puso ella misma, pues era el sobrenombre que usaba en sus colaboraciones periodísticas.

Fue diputada en las Cortes Constituyentes de la II República (1931), así como en las elecciones de 1936, que dieron el triunfo al Frente Popular, por lo que su vuelta al Congreso en junio de 1977 como diputada por Asturias, era un triunfo de la democracia.

Desde el comienzo de la guerra civil en España (1936-1939), Dolores Ibárruri fue una de las figuras más destacadas de la resistencia y es famoso el discurso pronunciado el mismo 18 de julio, cuando lanzó la consigna de "No pasarán".

Durante la contienda visitó frecuentemente a los milicianos y soldados en el frente, pronunció arengas y creó batallones femeninos.

Poco antes de la rendición de Madrid, el 8 de marzo de 1939 se exilió, primero a Francia hasta finales de 1939, y luego a Moscú, donde participó activamente en política, sin desvincularse de los acontecimientos de España.

Con frecuencia se dirigió a los españoles a través de la emisora Radio España Independiente, se ocupó de la inmigración española y colaboró en diversas publicaciones y en la elaboración de trabajos de carácter histórico.

Honores en la URSS

En la Unión Soviética Dolores Ibarruri recibió varias menciones honoríficas, aunque supo ser crítica con algunas actuaciones del gobierno ruso y el 21 de agosto de 1968 se presentó en el Kremlin para condenar la invasión de Checoslovaquia.

En 1985 con motivo de su 90 cumpleaños, el PCE organizó diversos actos de homenaje, como el celebrado el 8 de diciembre en el Palacio de Deportes de Madrid, que congregó a cerca de veinte mil personas.

Falleció el 12 de noviembre de 1989 y su cuerpo fue embalsamado y expuesto en la sede del PCE, donde recibió el homenaje de miles de personas que desfilaron ante el féretro.

El 16 de noviembre fue enterrada en el cementerio civil de la Almudena, al lado del fundador del PSOE, Pablo Iglesias.

Sus restos partieron de la sede comunista hasta la plaza de Colón, donde se celebró un acto de despedida en el que pronunciaron unas palabras de homenaje el entonces secretario general del PCE, Julio Anguita, y el poeta Rafael Alberti.

Asistieron personalidades de la cultura y de la política nacional e internacional, como el secretario general del Partido Comunista Francés, Georges Marchais, y el secretario del Comité Central del PCUS, Andrei Girenko.