-¿Cuál es su primera impresión del decreto sobre el gallego que prepara la Xunta?

-No me parece nada bien. La cosa estaba bien como estaba. Se trataba de justificar un decreto sobre las lenguas vernáculas, pero ahora aparece un idioma nuevo que de vernáculo no tiene nada y no sé cuántos gallegos hablan bien el inglés en sus casas. Esto es una mala componenda, porque antes había dos idiomas y ahora hay tres entre los que repartir las horas de las materias troncales. Para aprender un segundo idioma, lo primero que hay que hacer es introducir la metodología para estudiarlo, no meterlo como troncal. Esto ya no es una revisión de un decreto, es algo totalmente novedoso. El aprendizaje del inglés es muy interesante, pero con una metodología propia. No es constitucional ni estatutario meter el inglés en un decreto de esta naturaleza. Ahora dile al profesor de Matemáticas que debe dar la clase en inglés, porque no aprobó la oposición para esto. Y otro problema, si ya les cuesta aprender las materias en una lengua que conocen, pues imaginemos cómo será aprenderlas con una lengua nueva. No entenderán ni papa. La Xunta está haciendo una cosa muy enrevesada e inadecuada.

-A los padres se les asigna una gran responsabilidad en la planificación...

-La escuela tiene una normativa interna para regularse y esto supone implicar a los padres para interferir en unas disposiciones que regulan todo eso. Con esto no se va a ninguna parte. En este país hay tres conceptos de enseñanza. La privada se regula por una normativa común a todos los centros y un ideario propio en el que pueden intervenir los padres. Pero cuando es público no hay opción, porque la normativa está establecida y consensuada. Ahora, cada año, los padres van a decidir cómo llevar la enseñanza en la escuela.

-¿No comparte esta decisión?

-El problema mayor es para los centros. ¿Qué pasa ahora con el inglés si resulta que es la opción mayoritaria para impartir en una clase? La cosa no puede ser así. No se puede dejar al libre albedrío de los padres que dispongan de cuál va a ser el comportamiento interno de los profesores en las aulas. Es totalmente irregular. Además, como me dicen los profesores, en las clases gobiernan no por lo que dicen los políticos en los decretos, sino por la idea que tienen de que los alumnos quieren o necesitan de ellos. Es decir, usan el sentido común. Y tal como se está planteando el decreto, son cosas que no resultan factibles hacerlas en clase porque el alumnado no va a atender o va a tener un comportamiento conflictivo.

-La gran novedad es la introducción del inglés, pero de forma progresiva y sin plazo porque no hay profesores.

-No se trata de impartir inglés, sino de dar clases en inglés. Pero si no hay profesores suficientes y lo que se hará es repartir las horas entre castellano y gallego, entonces ¿para qué metemos el inglés? Si se habla de plurilingüismo, se habla de otros problemas que nada tienen que ver con el decreto del gallego. Si quieren introducir el inglés, que desde el primer curso creen laboratorios de idiomas con pantallas donde los alumnos puedan visualizar películas y escucharlas en el idioma original y no sólo oír al profesor. Esto es una aberración.

-¿Augura un próximo curso conflictivo?

-Jesús Vázquez es el conselleiro más conflictivo de todos los responsables de Educación. Generó conflictos con las escuelas de idiomas, con la retirada de especialistas en pedagogía, en FP, con la consulta sobre el uso del gallego, en la universidad por falta de financiación... Crea conflictos en un montón de sitios donde no los había. Este hombre no crea más que problemas. El inicio del curso será complicado totalmente. Ya hay convocada una huelga para el 21 de enero porque el decreto se hizo muy mal.