'Escapistas' del sexo

Los especialistas calculan que el 3% de la población carece de impulsos eróticos. Son los asexuales, hombres y mujeres a quienes el sexo no les interesa ni lo más mínimo

Página web de la comunidad de asexuales AVEN. / la opinión

Página web de la comunidad de asexuales AVEN. / la opinión

María De La Huerta | A Coruña

El filósofo alemán Friedrich Nietzsche lo definió como "una trampa de la naturaleza para no extinguirse"; la actriz Bette Davis dijo que era "la broma más grande que Dios ha hecho a los seres humanos"; y para el polifacético director de cine Woody Allen es "lo más divertido que el hombre puede hacer sin reír". Aunque el sexo es, para el común de los mortales, la modalidad de entretenimiento más antigua que se conoce, cada vez hay más personas a las que los juegos de cama no les interesan lo más mínimo. Son los asexuales, hombres y mujeres que no sienten ningún tipo de atracción erótica hacia otras personas, ni del sexo contrario, ni de su mismo sexo. Los especialistas sostienen que alrededor del 3% de la población mundial pertenece a este colectivo, lo que en España se traduciría en un millón y medio de ciudadanos que pasan completamente del sexo y, en Galicia, en unas 84.000.

"La asexualidad es una opción sexual, igual que la heterosexualidad, la homosexualidad o la bisexualidad", sostiene la sexóloga Olga Hogdson, del gabinete coruñés Hogdson&Burke, quien asegura que los asexuales carecen de impulsos eróticos "ya desde su nacimiento". "Las personas carentes de interés por el sexo han existido siempre. Lo que ocurre es que antes ocultaban esta condición y, ahora, están empezando a salir del armario, sin tener miedo al qué dirán", destaca Hogdson.

Tanto es así, que en una entrevista publicada recientemente por el periódico francés Libération, el portavoz de la comunidad de asexuales AVEN (Asexuals Visibility Education Network), David Jay, aseguró abiertamente: "Los asexuales somos felices". AVEN nació cuando Jay puso en marcha una página web en la que salía del armario de la asexualidad. Desde pequeño, jamás se sintió atraído hacia nadie. "Jugó" con chicas y chicas de su edad, pero jamás experimentó ningún tipo de interés o placer. Al llegar a la Universidad, creó un portal de internet en el que exponía su total falta de interés por el sexo. El éxito de su iniciativa ha sido tal que, en la actualidad, más de 8.000 personas se han registrado en su foro.

Según la página de AVEN, un asexual es "una persona que no experimenta ningún tipo de atracción sexual". El portal de internet insiste, además, en que no es una patología, en que los asexuales "son gente normal" y subraya que están "hartos" de sentirse "presionados por la sociedad" para mantener relaciones sexuales.

"Los asexuales mantienen relaciones de pareja con otras personas en las que no se contempla el sexo", explica Olga Hogdson, quien además sostiene que, normalmente, se trata de hombres y mujeres con una forma de ser y de pensar muy racional y extrovertidos, que hacen prevalecer su vida social y otro tipo de proyectos sobre los encuentros sexuales. "No les interesa para nada el sexo y, además, no les causa ningún trauma reconocerlo", señala.

Otros sexólogos, sin embargo, justifican y comparan la asexualidad con un celibato voluntario, con una elección personal de eliminar las relaciones sexuales de su vida por diferentes motivos. Pero los asexuales diferencian claramente ambas acepciones. De hecho, según la página de internet Asexuality.org, la asexualidad, a diferencia del celibato, "no es una opción". "La asexualidad es una orientación, algo que le ocurre al individuo al margen de su voluntad. Otra cosa es que decida seguir su naturaleza o negarla", subraya la citada web, y añade: "Las personas asexuales tienen las mismas necesidades emocionales que todos los demás y, como el resto, pueden establecer relaciones afectivas", señala.

Precisamente, los principales problemas de los asexuales llegan a la hora de mantener una relación sentimental. De hecho, cuando un asexual acude a la consulta de un especialista lo hace, casi siempre, impulsado por su pareja. "Tener pareja sin practicar sexo es posible siempre y cuando sus dos miembros estén de acuerdo con la situación. Si ninguno de los dos tiene impulsos sexuales, no hay problema. Los conflictos se producen cuando sólo uno de ellos rechaza las relaciones sexuales", sostiene Olga Hogdson, y añade: "En este último caso, pueden darse tres tipos de situaciones: que la relación se rompa porque la persona que sí quiere mantener encuentros sexuales, ante el rechazo sistemático, se sienta despreciada y piense que el otro no la quiere; que los dos acepten la situación y que, incluso, el asexual consienta que su pareja practique sexo con otros; o que lleguen a un acuerdo para acudir a un especialista y tratar de buscar una solución", concluye.

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