consejos sanitarios

¡Que no te pique!

Carmen Reija López Es Licenciada En Farmacia Y Diplomada En Óptica Carmen Reija

Con la llegada del buen tiempo nos levantamos del sofá, salimos de casa y nos acercamos a la naturaleza donde los insectos, los baños en el mar y en el río nos ponen en contacto con animales que pueden mordernos o picarnos. Sus agresiones normalmente sólo provocan molestias locales pero, en ocasiones, desencadenan reacciones alérgicas con riesgo de shock anafiláctico peligroso para la vida.

En el campo pueden picarnos diversos insectos que requieren un tratamiento específico:

-Mosquitos, arañas y tábanos producen molestias en la zona de la picadura (que se tratan con cualquier producto de farmacia específico y, como remedio casero, vinagre). Las personas alérgicas sienten mayor malestar, pudiendo tener febrícula que remitirá con un antitérmico.

-Son más peligrosos abejas, abejorros y avispas (que pueden picar repetidas veces en la misma zona sin perder el aguijón ni morirse). En el área de la picadura aparecen dolor, picor, edema y enrojecimiento, y los alérgicos pueden presentar (en casos graves) náuseas, vómitos, mareos, dolor abdominal, desmayos, convulsiones, etc., que deben ser atendidos en urgencias.

El tratamiento pasa por alejarse de la zona del ataque, extraer el aguijón si lo hay, lavar la zona con agua y jabón, calentarla con la mano, aplicar una pomada con corticoides y administrar un antihistamínico por vía oral para reducir el picor.

Acudiremos a urgencias cuando el edema sea de gran tamaño, la respiración se vea afectada, se produzcan mareos y/o desmayos, aparezcan escalofríos y/o convulsiones, se produzcan vómitos y/o náuseas, haya dolor o sensación de ahogo.

En cada zona litoral habitan diferentes animales:

-Los tiburones no son frecuentes y, cuando se avistan, hay que salir del agua inmediatamente y si se produce una mordedura, debemos acudir a los servicios sanitarios.

-Las medusas tienen unos tentáculos venenosos que, al picar, provocan dolor, enrojecimiento, hinchazón y prurito, quedando una marca como las cuentas de un collar. No suelen provocar reacciones sistémicas, pero debemos observar si aparece fiebre, espasmos musculares, problemas respiratorios, calambres, náuseas o vómitos, y acudir a urgencias. El mayor peligro se centra en enfermos de corazón, niños, quienes han sufrido picaduras previas y personas alérgicas (por ejemplo enfermos de asma).

El tratamiento consiste en lavar con agua de mar y aplicar alcohol para eliminar el veneno, retirar los trozos de medusa adheridos a la piel, poner hielo y/o una pomada con corticoides para bajar la inflamación y tomar analgésicos para el dolor.

Utiliza preventivamente productos en farmacia repelentes de medusas para reducir riesgos.

-Los erizos no suelen ser venenosos, pero sus espinas quedan clavadas en las heridas que nos provocan al pisarlos. El tratamiento consiste en evitar que se incrusten más levantando el pie, lavarlo con agua de mar, eliminar las púas utilizando unas pinzas y aplicar un desinfectante como alcohol o povidona yodada. Puede ser necesario acudir a un centro médico.

-Ciertas especies de peces que viven en el fondo arenoso pueden atacarnos si los pisamos al caminar por la arena. Algunos poseen aguijón; otros espinas (en ambos casos venenosos) cuya picadura causa dolor en todo el pie, edema y adormecimiento, que incapacita para caminar.

Se trata enfriando la zona para evitar que el veneno viaje por el torrente circulatorio usando agua de mar fría; después se pone agua caliente -durante una hora- para calmar el dolor e inactivar el tóxico. Se limpia con antiséptico y se recomienda acudir al servicio médico que valorará la situación.

En todo caso, si hay complicaciones debemos trasladarnos a un centro de primeros auxilios o al hospital y mantener una observación constante para comprobar la evolución sobre quienes padecen algún problema previo conocido.

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