La demanda de estancias cortas en centros de mayores de Galicia se dispara en verano

La mayoría de peticiones para los programas de respiro familiar en centros públicos y privados que ofrece Benestar se concentran durante el periodo de vacaciones estivales

Julio Pérez | A Coruña

Aunque una familia se resista a que el mayor que tengan a su cargo, enfermo o limitado en movimientos muchas veces, cambie la rutina y el contacto con hijos y nietos por los profesionales de un centro especializado, hay momentos en el año en los que el descanso es casi indispensable. Como el verano. Las estadísticas de la ley de la dependencia demuestran que Galicia es una comunidad muy ligada a sus ancianos, con muchísimas más peticiones para recibir una paga por el cuidado en el entorno habitual que una plaza en geriátricos. Pero en estos meses, en los que además echan el cierre servicios que durante el resto del año sirven de apoyo, por necesidad, o por comodidad en otros casos, se dispara la demanda de estancias en residencias. "Es lo más solicitado", confirman desde la Consellería de Traballo y Benestar, con dos programas de respiro familiar que cada ejercicio benefician a más de 700 personas.

Por la variedad de modalidades que tiene, el plan más demandado es el de Apoyo Social. Las familias gallegas pueden elegir entre estancias quincenales, de 29 días o de tan sólo el fin de semana -funcionan como socios, y una vez que se dan de alta pueden solicitar la entrada cuando lo necesiten- en centros privados con plazas concertadas con la Xunta.

En principio, la oferta está abierta a los mayores de 65 años con algún tipo de dependencia, aunque "si existen vacantes" no hay límites de edad para los enfermos con dolencias neurodegenerativas o vasculares y la posibilidad además de que los familiares que funcionen de cuidadores habituales se unan. La Administración autonómica se encarga del pago del 38% del coste total, que varía en función de si el usuario duerme o come en las instalaciones.

"Por lo general -explican desde Benestar-, el perfil de los usuarios es el de personas mayores en las que se tienen en cuenta la dependencia y sus circunstancias económicas y familiares y su reversibilidad social y familiar, que es un requisito ineludible para acceder al programa". Hasta el pasado mes, sin contar por lo tanto agosto, 150 personas se han acogido al Plan de Apoyo Social, de las que 31 son de la provincia de A Coruña, 60 son de Pontevedra, otro medio centenar de la provincia de Lugo, y nueve de Ourense.

Junto al programa de Apoyo Social está el plan de Estancias Temporales, con estancias quincenales y mensuales en residencias públicas. Los beneficiarios, son también personas dependientes, y las razones de la solicitud tienen que estar "debidamente justificadas", como la enfermedad del cuidador, un viaje, obras en la vivienda o la necesidad de un descanso. El pago equivale al 75% de los ingresos que tenga el demandante, sin contar las pagas extraordinarias y en proporción a los días que se quede.

Aunque la oferta está abierta todo el año, con nueve residencias en toda la comunidad que participan, también en este caso las solicitudes son más numerosas en verano. Entre enero y julio suman 229, con 149 en A Coruña, 44 en Pontevedra -la Xunta intenta equilibrar el número de plazas en las provincias con más población y más demanda con ambos programas-, 35 en Lugo y solo una en Ourense.

"Prácticamente se da respuesta a todas las solicitudes que se presentan y si una persona pide para un turno determinado en el programa de Estancia Temporal y, en ese momento, no hay disponibilidad, o bien se le oferta otra fecha o bien se suele derivar al programa de Apoyo Social con el objetivo de atender a todos", resumen en el departamento que dirige Beatriz Mato. El pasado año los beneficiarios en estancias temporales ascendieron a 300. En Apoyo Social se prestaron 300 estancias quincenales y 700 de fin de semana.

Tracking Pixel Contents