Asegura que en psiquiatría también se trata dentro del área de enfermedades psicosomáticas a aquellos pacientes con enfermedades graves y que sufren depresión ya que está demostrado que las personas más positivas evolucionan mejor ante cualquier patología. Uno de los psiquiatras del Hospital Universitario de A Coruña, Juan Carlos Díaz del Valle, destaca que el centro coruñés cuenta con una unidad específica para este tipo de patologías.

-¿Cual es el perfil de los pacientes que sufren enfermedades psicosomáticas?

-Los trastornos somatomorfos afectan más a gente joven y sobre todo a mujeres, como ocurre con otras patologías como la depresión. Normalmente los síntomas aparecen antes de los 30 años.

-¿El estado psicológico de una persona también influye para bien o para mal cuando uno ya está enfermo?

-Por supuesto. De hecho, las personas que sufren una enfermedad grave como cáncer y que además tienen depresión son otro de los grandes grupos que los psiquiatras diferenciamos dentro de las patologías psicosomáticas. Está demostrado que la actitud del paciente influye en su estado. En el caso de los que han sufrido una cardiopatía isquémica o un infarto, por ejemplo, hay una mayor tasa de supervivencia entre quienes no tienen depresión o si la tienen la están tratando que entre quienes no siguen un control.

-Entonces, ¿es cierto que quienes tienen una actitud positiva superan antes una enfermedad?

-Sí, está comprobado que los pacientes con una actitud positiva evolucionan mejor que quienes no la tienen.

-¿Cómo es el seguimiento de este tipo de pacientes?

-Hacemos un seguimiento muy individualizado porque cada paciente es diferente. Lo principal es apoyar tanto al enfermo -ya sea oncológico o que haya sufrido un infarto- como a sus familiares o acompañantes. El psiquiatra debe hacer una escucha activa para poder hacer un diagnóstico correcto de la situación y saber qué pruebas o qué tratamiento hay que aplicar en cada caso concreto.