Francia pide que se presione a Rumanía para que frene la emigración de gitanos

Ambos países acuerdan cooperar para mejorar la reinserción de la población romaní . Bruselas advierte que ningún ciudadano puede ser expulsado de una nación por ser gitano

Una familia de gitanos a su llegada al aeropuerto de Bucarest. / efe

Una familia de gitanos a su llegada al aeropuerto de Bucarest. / efe

Agencias

El Gobierno francés pidió ayer a la Comisión Europea que fuerce a Rumanía a que frene la salida del país de gitanos, sugiriendo que podría bloquear la entrada de Bucarest al espacio Schengen -territorios libres de controles fronterizos- si esto no ocurre. La amenaza coincidió con la visita a París de dos altos cargos rumanos que acordaron con el Ejecutivo francés cooperar "mejor" en la reinserción de este colectivo.

El primer ministro galo, Francois Fillon escribió ayer al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso pidiéndole que adopte medidas para garantizar que los 4.000 millones de euros en fondos europeos entregados anualmente a Rumanía se usan para resolver el problema de los gitanos. "Francia no tiene medios judiciales para forzar al Gobierno rumano a que gaste estos fondos en vivienda y educación para su población", reconoció el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Francois Lellouche. "Pero Europa puede, y por eso el primer ministro escribió a Barroso", añadió.

Por otra parte, el ministro galo de Inmigración, Eric Besson se reunió ayer con el secretario de Estado rumano, encargado de la integración de los gitanos, Valentín Mocanu y el de Seguridad Pública, Valentin Fatuloiu. "No hay reproches por parte de los rumanos", dijo Besson. Fueron más de dos horas de discusiones sobre los derechos y obligaciones del colectivo gitano, en las que los responsables del Gobierno francés recordaron a sus invitados que la política francesa en este ámbito se ajusta por completo al marco legislativo europeo. No obstante, a partir de ahora, dijo Besson, "vamos a cooperar mejor en materia de reintegración".

Pese a este acuerdo, la vicepresidenta de la CE, Vivane Reding aseguró estar siguiendo "con mucha atención y alguna preocupación" las deportaciones de Francia y advirtió de que "nadie puede ser expulsado simplemente por ser gitano". Por su parte. Francia ha convocado una reunión de ministros de Inmigración en septiembre a la que sólo están invitados algunos países, entre ellos España o Estados Unidos. Desde la CE se ha pedido que se invite a toda la Unión Europea.

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