"(...) Es una trompa enroscada como un resorte de reloj. Si hay una flor que la atrae, la desenrolla y la mete en el cáliz para chupar. Cuando lleváis el dedo humedecido a un tarro de azúcar ¿acaso no sentís ya el dulce en la boca como si la yema fuera la punta de la lengua? Pues así es la lengua de la mariposa", explicaba el profesor a su alumno Pardal en el popular libro A lingua das bolboretas, de Manuel Rivas. Las mariposas, esos llamativos insectos que han protagonizado fábulas, cuentos e ilustraciones, y que por sus colores, su vuelo y su vulnerabilidad despiertan la admiración de niños y adultos, pierden terreno en Galicia debido a la degradación de su hábitat natural provocada por los incendios, por el urbanismo descontrolado y, sobre todo, por la plantación masiva de especies foráneas como el eucalipto y el pino. La situación es especialmente preocupante en las zonas costeras de A Coruña y Pontevedra, donde la población de lepidópteros se ha reducido considerablemente durante el último siglo.

"La zona de la costa está completamente degradada. Las especies que quedan se refugian en pequeños bosques y fragas", advierte el prestigioso entomólogo coruñés Eliseo Fernández Vidal, quien asegura que las mariposas que actualmente habitan el litoral occidental de Galicia "no son ni la cuarta parte de las que había el siglo pasado". "La plantación descontrolada de especies como el eucalipto o el pino es la principal causa de esa disminución", señala el experto.

La proliferación de especies de árboles invasoras en la comunidad gallega es una de las principales causas de la caída del censo de mariposas, pero no la única. Incendios como los que, durante el pasado verano, arrasaron miles de hectáreas en Galicia también contribuyen a mermar la población de este tipo de insectos. "En este caso, como lo que se quemó no es bosque gallego, sino mayoritariamente zonas con eucaliptos y pinos, las especies de mariposas que se hayan perdido se pueden recuperar en un par de años", apunta Fernández Vidal, y añade: "Las especies raras apenas se han visto afectadas, salvo en lugares puntuales".

Este entomólogo coruñés, quien desde hace más de cuatro décadas se dedica, de forma no profesional, al estudio de las mariposas, explica que en Galicia hay catalogadas alrededor de 500 especies de lepidópteros, pero que, en realidad, "deben existir muchas más". "De hecho, cada año va aumentando el censo de mariposas", destaca Fernández Vidal, quien recuerda que los territorios en los que más abundan este tipo de insectos son "los de mayor biodiversidad".

"En las zonas de alta montaña de las provincias de Lugo y Ourense, como Os Ancares, Pena Trevinca y O Courel es donde se pueden localizar más lepidópteros", remarca.

Este experto subraya, no obstante, que en la comunidad gallega hay también otros puntos interesantes para el estudio de las mariposas como la sierra de O Xistral, "un lugar que, a día de hoy, pese a formar parte de la Red Natura y, por tanto, estar declarado como Espacio Natural Protegido, está fuertemente amenazado por la construcción de parques eólicos", indica el entomólogo coruñés, y continúa: "Desde la década de los noventa, la proliferación de este tipo de instalaciones ha sido devastadora y ha supuesto un desastre ecológico tremendo tanto para la flora como para la fauna en la zona", sostiene.

Las erebias han sido una de las especies más castigadas por la construcción de parques eólicos en O Xistral. "En la cumbre del Cadramón, las poblaciones han caído entre un 70 y un 80%, y en la de Coruxeiras, han desaparecido. De continuar así la situación, se acabarán extinguiendo", advierte Fernández Vidal, quien en 1977 descubrió, precisamente, dos subespecies únicas de erebias -la Erebia epiphron xistralensis y la Erebia triaria pargapondalense- en la zona. "En O Xistral hay turberas alimentadas por agua. Las excavaciones que se ha realizado para colocar los molinos han secado una gran superficie de terreno donde la mariposas ya no pueden vivir", señala.

Calentamiento global

La desaparición progresiva de las mariposas por la acción del hombre no es un problema medioambiental que afecta, en exclusiva, a la comunidad gallega. Sin ir más lejos, el Atlas de Riesgo Climático de las Mariposas Europeas -en el que científicos europeos revelan los posibles efectos del cambio climático sobre esta especie en el continente- vaticina que Europa perderá gran parte de su biodiversidad de mantenerse el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, y algunas especies autóctonas de los países más amenazados por la sequía, como España, desaparecerán para siempre.

El Atlas de Riesgo Climático de las Mariposas Europeas está basado en el trabajo de un gran número de científicos de toda Europa, que han aplicado modelos de cambio climático a datos recopilados por decenas de miles de voluntarios.

Los autores afirman que cierto cambio climático "es ya inevitable", y que la magnitud de los daños dependerá de la profundidad de ese cambio y del modo en que respondamos a la nueva amenaza.

Según ese estudio, las mariposas ya han sufrido enormes pérdidas en toda Europa, tras décadas de reducción de su hábitat y de cambios en las prácticas de explotación agrícola y forestal. A medida que se incrementan las temperaturas, la mayoría de las especies tratarán de dirigirse hacia el Norte. Ello no siempre será posible. Los cambios en las prácticas forestales y agrícolas hacen que, a menudo, las áreas de hábitat sostenible sean ahora reducidas, o que se encuentren excesivamente separadas entre sí para que las mariposas se desplacen entre ellas.

El escenario más desfavorable que han examinado los científicos establece un incremento de la temperatura media en Europa de 4,1ºC en 2080. En ese caso, más del 95% del territorio ocupado en la actualidad por 70 especies diferentes de mariposas, se hará excesivamente cálido para que sobrevivan de modo permanente.

El escenario más favorable supone un incremento de temperatura de 2,4ºC. Incluso en ese caso, ello supondría que el 50% del territorio ocupado por 147 especies de mariposas diferentes sería demasiado cálido para que continúen existiendo en esas zonas.

El Atlas augura que numerosas especies de mariposas desaparecerán en gran medida de las zonas en las que pueden observarse en la actualidad. La mariposa ortiguera (Aglais urticae) desaparecerá de una enorme zona del Sur de Europa, y se verá limitada al Norte de Europa.

En el escenario más desfavorable, especies escasas como la mariposa arlequín (Zerynthia rumina) experimentarían una pérdida del 97% en España y Sur de Francia, y la mariposa apolo (Apollo Parnassius) sufriría una pérdida del 76% en áreas montañosas.

El cambio climático ya está afectando a las mariposas. Se sabe que más de 60 especies migratorias que ocupaban amplias extensiones se han dispersado hacia el Norte de Europa en décadas recientes. Otras se han desplazado a altitudes superiores.