Cuando el número de deposiciones semanales es inferior a tres, se considera estreñimiento. El proceso consiste en la dificultad o disminución de la frecuencia de defecación y cursa con un tránsito intestinal lento asociado a la deshidratación de las heces, que provoca dolor abdominal, de cabeza y espalda y otros síntomas digestivos.

Las causas más frecuentes del estreñimiento funcional son: seguir una dieta desequilibrada y con poca fibra, beber poco, mantener una vida sedentaria, la falta de tiempo que impide evacuar cuando se siente la necesidad de hacerlo, no haber sido educado para realizar esta función fundamental, la inseguridad durante el viaje, el embarazo y el consumo de ciertos fármacos (antidepresivos, relajantes musculares, ansiolíticos, etc.). Si te encuentras en este grupo consulta a tu médico.

En cualquier caso, para minimizarlo es recomendable:

-Moverse, caminar y hacer ejercicio a diario para favorecer la motilidad intestinal

-Beber agua para hidratarse

-Educar al aparato digestivo para acostumbrarlo a horarios concretos y dedicarle tiempo, sin mirar el reloj

-Controlar el estrés y descansar adecuadamente

-Comer bien, seguir una dieta variada rica en fibra que incluya cinco raciones de fruta diarias, respetando los horarios y masticando los alimentos para favorecer su digestión

-Evitar los laxantes, salvo por prescripción médica, pues aunque parecen la solución perfecta, nada más lejos de la realidad. Son compuestos que aumentan el ritmo intestinal y el número de defecaciones, pero tienen efectos secundarios (dolor abdominal, náuseas, escozor anal, flatulencia, heces líquidas, trastornos electrolíticos, etc.) y pueden producir tolerancia y dependencia agravando el estreñimiento

-Utilizar complementos (salvado de trigo o semilla de lino) y compuestos fitoterapéuticos (como la cáscara sagrada) bajo control del especialista

La cáscara sagrada (Rhamnus purshiana) es un arbusto de gran tamaño que pertenece a la familia de las rhamnáceas. La droga se obtiene de la corteza de las ramas y del tronco. Se corta en trozos pequeños y se debe secar durante un año antes de procesarla, pues en fresco contiene una toxina que provoca vómitos y cólicos intestinales. Para su comercialización se usan diferentes preparados fitoterápicos: en forma líquida (tintura), en polvo (comprimidos), infusión, macerada, etc. Puede usarse sola o combinada con otras plantas de efecto similar como frángula o sen. Su composición química incluye principios activos responsables de su actividad farmacológica: a dosis bajas actúa como colagogo y laxante y a dosis altas es purgante.

Las indicaciones terapéuticas aprobadas en Alemania incluyen el tratamiento del estreñimiento ocasional (acelera el tránsito intestinal y aumenta la secreción intestinal de agua, electrolitos y proteínas), así como en situaciones en las que se hace necesario facilitar la evacuación (fisuras, hemorroides, etc.)

Sólo se puede usar bajo prescripción, de forma esporádica (máximo 8 a 10 días) y mejor por la noche, pues tarda unas 8 horas en hacer efecto. Además, tiene efectos secundarios a tener en cuenta como: diarrea, espasmos intestinales, dolor abdominal, pérdida de electrolitos que induce hipopotasemia e hipocalcemia.

Se desaconseja su uso prolongado porque puede provocar un desequilibrio electrolítico irreversible a nivel de la mucosa intestinal. No se debe usar durante el embarazo o la lactancia, ni tampoco en niños menores de seis años o en ancianos.

Está contraindicado en casos de obstrucción y oclusión intestinal, colitis ulcerosa, Crohn, inflamación intestinal, colon irritable, apendicitis, dolor abdominal sin foco, cistitis, hemorroides, insuficiencia hepática, renal o cardíaca y durante el tratamiento con cardiotónicos. Además, interacciona con fármacos antiarrítmicos, digitálicos, diuréticos tiazídicos, corticoides, estrógenos, indometacina, etc.

Recomiendo su uso racional porque, aunque se considera más suave que otros (como el sen, ruibarbo o aloe), esa apreciación es errónea, pues irrita igualmente la mucosa y puede causar estreñimiento crónico (al dañar las terminaciones nerviosas del intestino grueso) y desequilibrios electrolíticos graves para enfermos de corazón.