-Defina las células madre.

-Son células que no están especializadas. Hay 250 tipos de células distintas en un organismo humano.

-¿Y en total?

-Entre diez y cien billones que se pueden agrupar, como decía, en 250 tipos distintos.

-¿Cómo se caracterizan esos distintos tipos?

-Las células están diferenciadas por funciones. Las células madre aún no se han especializado.

-Tienen potencias...

-Las hay totipotenciales, multipotenciales y demás, en función de sus posibilidades. Las de un embrión temprano se pueden convertir en cualquiera de los 250 tipos apuntados, son totipotenciales. En la medida en que crece el desarrollo embrionario se estrechan las potencialidades. A todas las células que pueden convertirse en distintos tipos las llamamos células madre.

-¿Son iguales entre sí?

-Se pensaba eso, pero recientemente se vio que considerando incluso en un embrión con sólo dos células pues esas dos únicas células no son idénticas. Cada una tiene su destino.

-¿Cuentan los genes?

-Todas las células tienen los mismos genes. Proceden de la fusión del espermatozoide y del óvulo. Tienen alrededor de 30.000 genes. No se alteran. Están presentes en todas las células. Pero unas series de genes funcionan en unas cosas y otras series en otras. En las células madre está abierta la posibilidad.

-¿Cómo?

-Cuenta la epigenética, que es algo que está como añadido a los genes. Consideremos un texto. El orden de las letras da el sentido del texto. En el ADN, que es el depositario de la información genética, el orden de los nucleótidos determina el mensaje genético. En un texto, de todos modos, se puede subrayar o marcar una frase o, también, ponerla en negrita. De esa manera no se altera la frase, pero se pone el acento en algo concreto, se lo enfatiza. De igual modo ocurre con la epigenética. Es una modificación que, sin alterar los genes, pone el énfasis en uno particular. Así que con iguales genes los funcionamientos cambian en unas células y en otras.

-¿Cuál es la principal función de las células madre en un adulto?

-Reproducir las células que se pierden progresivamente.

-Si son infinitamente reproducibles estaríamos hablando de eternidad.

-El problema del envejecimiento es muy complicado, intervienen otros factores. Sí se lograría autorrecuperarse de algunas lesiones. Es el uso actual de las células madre adultas. Las embrionarias tienen una capacidad casi infinita de diferenciación y se llegaron a ver como una panacea. Pero se presentan problemas éticos, porque para obtenerlas hay que destruir embriones, y además han aparecido problemas técnicos sin cuento porque se reproducen tan deprisa que al implantarlas en el 70% de los casos producen tumores. Las células madre en tejidos adultos tienen una tasa de reproducción más moderada, no producen tumores y actualmente hay 1.700 ensayos clínicos realizados en todo el mundo con células madre adultas en seres humanos.

-El doctor Frankenstein gritaría '¡eureka!'.

-No se trata de crear un monstruo sino de hacer algo tan importante como, por ejemplo, se realiza ya en España en relación con la regeneración del tejido de miocardio tras un infarto.

-¿Cómo se regenera?

-Tras un infarto masivo, en el que se puede perder el 30% del miocardio, convertido en una masa necrotizada, se implantan células madre y se logra una regeneración del 50% de la función. Y además se regenera también la red de venas y arterias del propio miocardio, aunque no se sabe aún a través de qué mecanismos. Tras la operación parece ser que las células implantadas ayudan a las células del propio miocardio a que regeneren el tejido.

-Podría pensarse incluso en una profilaxis, en mejorar un órgano preventivamente.

-Se podría pensar en eso también. Otra línea de trabajo es la cicatrización de heridas quirúrgicas difíciles. Es el caso de la cirugía de la fístula anal, que es algo no grave, pero molesto y que cicatriza muy mal. Pues un equipo del Hospital de la Paz, de Madrid, a la hora de hacer la sutura, impregna el hilo en células madre del propio paciente, así que no hay problemas de rechazo, y en el 90% de los casos se logra que cicatrice mucho mejor.

-¿Tan sencillo?

-Se hace una liposucción y de ahí se obtienen las células madre. Se identifican morfológicamente o por propiedades físicas distintivas y así se obtienen. Después, se tratan con ciertos productos químicos y de esa forma se favorece la formación, en este caso, de células de piel o de células de hueso en otras tratamientos.

-El futuro ya está aquí.

-El presente está en las células madre adultas. Pero tienen el inconveniente de que aún no se ha logrado que den lugar a los 250 tipos celulares indicados. El futuro será de las células pluripontenciales inducidas.

-¿Por qué?

-Son células madre que se obtienen a partir de una célula adulta cualquiera. Es pionero un investigador japonés, premio de la Fundación BBVA. Partió de células de la piel y logró que tengan las mismas características que las embrionarias. Se obtienen del propio paciente, así que no hay problemas de rechazo ni éticos.

-¿Adiós a la medicina?

-Ni mucho menos. En 1950 se celebró una conferencia internacional bajo el lema Los próximos cien años y se hicieron predicciones. Para el 2000 estaría curado el cáncer, se dijo. No ha sido así. Nunca se van a eliminar todas las enfermedades.

-¿Por qué no se cura el cáncer?

-Me gustaría matizar: se cura en muchos casos. La esperanza de vida se ha prolongado muchísimo en muchos casos. Claro, eso no es curar pero dar largas a un problema permite que puedan aparecer soluciones. Por otra parte, se están logrando tratamientos cada vez más especializados. La quimioterapia clásica era muy agresiva, pero ahora se dirige fundamentalmente a las células tumorales. La farmacología más la cirugía están consiguiendo avances destacados.

-¿Por qué se vuelven locas algunas células?

-En muchos casos se sabe por qué. Son mutaciones provocadas por agentes conocidos como es, paradigmáticamente, el tabaco. En otros casos esas alteraciones epigenéticas son inducidas por factores medioambientales aunque no se saben los mecanismos.