EAPN-Galicia lidera junto a otras cuatro entidades la campaña X Solidaria para que los ciudadanos destinen parte de su IRPF a ONG. Su director, Xosé Cuns analiza la situación del sector.

-Casi la mitad de los contribuyentes gallegos ya marca la casilla de fines sociales, ¿han tocado techo o aún prevén un aumento en los próximos años?

-Todavía hay mucho espacio para crecer. Prácticamente nos queda la mitad, sobre todo porque aún hay mucha gente confundida que cree que solo puede elegir una casilla.

-¿El apoyo a las ONG en la declaración crece por la labor de estas entidades o se benefician de que la Iglesia cada vez esté menos valorada en la sociedad actual?

-No me atrevería a hacer esta afirmación porque además también han aumentado los contribuyentes que marcan la de la Iglesia. Lo que está claro es que las sucesivas campañas que hemos hecho han ayudado. Eso y que somos unas entidades muy bien valoradas en la comunidad gallega.

-Un 23% no marca ninguna casilla, ¿por qué?

-Bien por desconocimiento, bien por una cuestión práctica. Muchas veces cuando la declaración la hace una gestoría o en Hacienda, que tienen que hacer bastantes en poco tiempo, no se molestan en preguntar esa cuestión.

-¿Qué papel juega lo recaudado con el IRPF en el presupuesto de las ONG?

-No se puede decir que sea vital pero sí es cierto que de ella depende el poder seguir impulsando muchos proyectos sociales. Además esta partida gana importancia en época de crisis porque es casi la única que no se redujo ya que el gasto público en lo social se ha recortado tanto desde la administración local como la autonómica o el Gobierno estatal.

-¿La crisis anima a más contribuyentes a marcar la casilla de fines sociales?

-Esperemos que sí. Lo que ya está demostrado es que en esta época de crisis, la gente se muestra muy solidaria con otros ciudadanos. Quizás no mediante donativos, porque a todos les afecta la economía, pero sí aportando su ayuda.

-¿A qué destinan las ONG lo recaudado?

-Este dinero va íntegramente para proyectos de las ONG, nunca para financiar sus estructuras, lo que ya es una garantía. El pasado año hubo 1.072 proyectos, por ejemplo, de los que la mayoría fueron para ayudar a gente en la comunidad gallega. Un 28% para proyectos destinados a personas mayores, un 23% a discapacitados, el 10% a niños y familias y el resto, a ayudar a personas inmigrantes, mujeres maltratadas o enfermos con sida, entre otros.