María José Alonso (León, 1958) es una de las científicas españolas más citadas en el área de farmacología. Su trabajo en el campo de la nanotecnología farmacéutica, especialmente en el desarrollo de nuevas vacunas por vía nasal y el estudio de nanoestructuras o balas mágicas capaces de identificar y destruir células cancerígenas, le ha valido a esta catedrática de Farmacología de la Universidade de Santiago el Jaime I de Nuevas Tecnologías.

-La Fundación Bill Gates financia un proyecto suyo de investigación para crear una vacuna nasal para la hepatitis B. ¿En qué situación está este trabajo?

-Hemos visto, en ensayos con animales de laboratorio, que la vacuna funciona para el antígeno de la hepatitis. Sin embargo, antes de llegar a una fase clínica, estamos intentando aplicarla a vacunas que pensamos que puedan beneficiarse aún más, como la del sida o la del virus del papiloma humano.

-¿Qué ventajas aportan estas nanovacunas no inyectables?

-Lo que pretendemos es desarrollar vacunas más potentes para enfermedades para las que todavía no existe una buena vacuna, y que también sean más fáciles de administrar. Es decir, tratar de evitar por todos los medios la inyección, e intentar administrarlas por vía nasal u oral, de forma que sea más factible la inmunización masiva.

-¿Y respecto a la diabetes?

-Estamos trabajando en el desarrollo de una insulina oral y de otros tratamientos para la diabetes que no requieran inyección. Las nanopartículas -cuyo tamaño es menor a 100 nanómetros (nm), y un nm es la millonésima parte de un milímetro- actúan como sistema de transporte del fármaco o de la vacuna, de tal forma que llegan a nuestro torrente sanguíneo sin necesidad de llegar a una inyección.

-Este universo de lo minúsculo ha abierto grandes esperanzas en el tratamiento del cáncer...

La terapias oncológicas se están beneficiando ya, y lo harán más en el futuro, de estos avances. Aquí lo que hacemos es intentar, a través de estas nanopartículas, dirigir el fármaco hacia las células tumorales, y por tanto mejorar la eficacia y reducir la toxicidad del tratamiento.

-Se habla mucho de la bala mágica, una nanopartícula capaz de llegar a una célula maligna y destruirla. ¿Es un sueño?

-No, no es un sueño. Ya hay varios tratamientos aprobados y que se están usando en España. La bala mágica sería llevar el 100% del fármaco hasta las células diana. Aún no se consigue llevar ese 100%, pero se ha logrado incrementar significativamente el acceso del fármaco a la diana, lo que supone una reducción muy importante de la toxicidad y esto ya es una realidad.