Cerca de 100.000 nuevas reclamaciones se efectúan cada año por los pacientes en relación a las prestaciones de los servicios sanitarios en España, y el total se ha cuadruplicado en la última década. El volumen de reclamaciones hace que los médicos ejerzan una medicina "defensiva", lo que redunda en perjuicios para el paciente, según defendió ayer el catedrático de Derecho Civil Domingo Bello Janeiro en la presentación del curso El régimen jurídico de la responsabilidad sanitaria, que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo impartirá este mes en A Coruña.

Bello Janeiro incidió en que en los últimos años se han multiplicado por cuatro las reclamaciones por daños sanitarios, algo que ha derivado, sostuvo, en dos importantes consecuencias. En primer lugar, "se ha disparado en un porcentaje superior al 200% el importe de las pólizas de seguros que amparan a los profesionales de la medicina", afirmó el jurista. La segunda consecuencia afecta directamente a los pacientes, ya que en los últimos años y a causa del creciente miedo a una demanda, según Bello Janeiro, los médicos han adoptado un modelo de "medicina defensiva", consistente en no tomar decisiones arriesgadas por miedo a equivocarse en el pronóstico y cuyo último perjudicado es el propio paciente: "Un 70% de los médicos actúan condicionados por el miedo a una demanda", sentenció el catedrático de Derecho.

Los efectos ya se hacen notar. Para Bello Janeiro, el ámbito de protección jurídica de las víctimas es cada vez mayor y, a su juicio, esto repercute en los tiempos de espera en la sanidad pública. "Son inaceptables las listas de espera del Sergas para cirugía y primeras consultas", apuntó, y consideró "necesario" indemnizar por daños y prejuicios y "reclamar responsabilidades patrimoniales en la Administración en casos de agravación de dolencia o incluso fallecimiento mientras el paciente aguarda en una lista". Bello Janeiro recordó, además, que una tercera parte del total de los recursos con los que cuenta Galicia se gestionan a través del Sergas, "lo que exige una mejora de medios humanos y materiales, pero también de la gestión, ya que las consecuencias de la ineficiencia del sistema afectan a las personas en el momento que más lo necesitan y además incrementan considerablemente el gasto repercutiendo negativamente en los excelentes profesionales de la medicina pública gallega", sentenció Bello.

Por todo esto, el catedrático defendió que "es necesario profundizar en la formación del médico en aspectos jurídicos y legales que permitan de alguna manera invertir la actual tendencia hacia la judicialización de la medicina al igual que es preciso incrementar la confianza y el entendimiento mutuo entre el médico y el paciente". El experto en Derecho Civil apuntó que "siete de cada diez reclamaciones se deben a la falta de información en el consentimiento informado".

Todo esto sumado a una "ley específica sobre responsabilidad sanitaria, así como un baremo de daños médicos que sirva para contener de alguna manera la cantidad de indemnizaciones" serían dos de las posibles soluciones, en opinión de Bello Janeiro, a muchos de los actuales problemas que soporta la sanidad pública.

Para abordar una modificación de la legislación sobre responsabilidad sanitaria, la propuesta de Bello Janeiro pasa por crear en los propios hospitales una "serie de unidades de medicina legal preventiva" capaces de "averiguar y corregir a tiempo los posibles fallos o errores médicos que puedan acabar convirtiéndose en demandas judiciales".

El experto sostiene que, a pesar de que estas propuestas no han sido sometidas a debate anteriormente, son relevantes para la viabilidad del actual sistema público de salud, como recoge en su libro Responsabilidad civil del médico y responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria, texto del que surgió la idea del curso de la UIMP y que acaba de publicarse en Colombia.