El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) atiende, cada año, a medio millar de pacientes con algún tipo de trastorno del sueño y que precisan ser derivados a la unidad especializada en estas dolencias del centro. Alrededor del 85% de esos enfermos padece la denominada apnea del sueño, mientras que el resto sufren patologías como la narcolepsia o el síndrome de las piernas inquietas, ya que los problemas de insomnio son tratados en el área de Psiquiatría.

"La apnea es un trastorno que provoca paradas constantes -de menos de diez segundos de duración- en el curso de la respiración de los pacientes mientras duermen", explica el jefe del Servicio de Neumología y responsable de la Unidad del Sueño del Chuac, Héctor Verea, quien insiste en diferenciar los "ronquidos simples" del síndrome de apnea. "Después del ronquido, suele llegar la parada respiratoria", apunta Verea, y añade: "Las apneas se consideran patológicas cuando suceden con frecuencia -más de diez veces en una hora- o el afectado se despierta con sensación de asfixia o ahogo", señala.

Aunque los expertos sostienen que no hay riesgo de fallecer durante esas paradas respiratorias, el jefe de Neumología del Chuac alerta de que la apnea tiene consecuencias que pueden ser "muy graves" para la salud. "Las apneas impiden la entrada de aire en los pulmones y, por tanto, provocan una desoxigenación de la sangre. Por este motivo, el riesgo de hipertensión y problemas cardiovasculares en los pacientes con este trastorno es superior al del resto de la población. Además, el ritmo normal del sueño se interrumpe y se vuelve muy fragmentado, por lo que los afectados suelen tener mucha somnolencia a lo largo del día, con la consiguiente merma que esto supone para su calidad de vida", destaca.

Las graves consecuencias que puede acarrear este trastorno son, precisamente, uno de los motivos que explican que la Unidad del Sueño del complejo hospitalario coruñés haya experimentando un aumento del diagnóstico de casos de apnea en los últimos años. "Los pacientes están cada vez más concienciados de la importancia de detectar a tiempo la apnea, aunque en la mayoría de los casos son las parejas quienes suelen dar la voz de alarma", admite el facultativo coruñés, quien subraya que el aumento del sobrepeso y la obesidad ha incrementado la incidencia de esta patología. "La obesidad es el principal factor de riesgo para padecer apnea del sueño, debido a las alteraciones anatómicas que produce en el cuello", indica el doctor Verea.

El perfil mayoritario del paciente con apnea del sueño es un hombre, de entre 40 y 50 años, que suele tener sobrepeso -su índice de masa corporal es superior a 29-, con el cuello grueso y corto y al que no se le ve el orificio de la laringe al tener cerrado el paso aéreo. En el caso de las mujeres, esta patología es más frecuente al llegar a la menopausia, y también se dan casos en menores de edad, "que sufren esta dolencia porque tienen las amígdalas muy grandes", apunta el jefe de Neumología del Chuac.

Una vez diagnosticada, la apnea del sueño cuenta con diferentes tratamientos en función de su gravedad. "En casos puntuales se recomienda la cirugía -cuando el trastorno está provocado por el tamaño de las amígdalas-, pero el tratamiento más habitual es el denominado CPAP (Continuos Positive Airway Presure), una máquina de uso nocturno que, mediante una mascarilla, introduce aire a presión a través de la nariz y dilata las vías aéreas colapsadas", explica el doctor Verea, quien asegura que, en la actualidad, unos 250 pacientes del área sanitaria coruñesa ya utilizan ese mecanismo para dormir. "Cuando la adaptación es buena el resultado resulta espectacular, ya que desaparece la somnolencia durante el día y los pacientes recuperan la sensación de bienestar", remarca.

"Otro tratamiento eficaz -continúa Verea- son los apliques bucales, que avanzan la mandíbula y permiten que el aire entre más fácilmente, pero en España apenas se utilizan, por falta de experiencia y porque no los financia la seguridad social", concluye el jefe de Neumología del Chuac.

Tras más de una década de ardua investigación, varias tesis doctorales y más de una treintena de publicaciones científicas a sus espaldas, un equipo del laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidade da Coruña (UDC) ha desarrollado un sistema informático capaz de simplificar el diagnóstico de la apnea del sueño, un trastorno que provoca pausas respiratorias durante la vigilia y que afecta a más 150.000 españoles.

La aplicación ideada por los investigadores coruñeses -denominada Miasoft y que ya ha sido probada con éxito, registrada y está ya lista para su comercialización- permite medir un conjunto de variables como la actividad cerebral, el tono muscular (torácico y abdominal) o el flujo respiratorio del paciente durante el sueño, y servirá de apoyo a los médicos a la hora de emitir un diagnóstico clínico.

"Nuestro sistema no pretende sustituir a la figura del médico, pero sí ayudarle a simplificar su trabajo ofreciéndole información de alto nivel", asegura el investigador del laboratorio de Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática de A Coruña Vicente Moret Bonillo, coordinador y alma mater del mecanismo de monitorización inteligente de la apnea del sueño, un proyecto cuyos orígenes se remontan al año 1996. "Esta iniciativa nace de una primera colaboración que realizamos con neurólogos de Hospital de Santo Antonio, en Oporto, y que posteriormente continuamos con los doctores Héctor Verea y Mayte Martín, del Servicio de Neumología del Hospital de A Coruña. Precisamente en la Unidad del Sueño de este hospital pudimos probar el funcionamiento de la aplicación, con muy buenos resultados", explica Moret.