El primer nanosatélite universitario español es de sello gallego. Desarrollado por cinco grupos de investigación de la Universidade de Vigo en colaboración con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), iniciará su viaje entre el 17 y el 21 de enero de 2012 desde la nueva plataforma de lanzamiento europea VEGA, en la Guayana Francesa. El bautizado como Xatcobeo estará en órbita un mínimo de tres meses a una altura de entre 300 y 1.450 kilómetros de altitud.

El pequeño satélite de apenas un kilogramo de peso y una superficie de 10 centímetros cúbicos fue ideado hace más de tres años con objetivos educacionales, pero su desarrollo e inminente lanzamiento tendrá también aplicaciones prácticas. Permitirá probar una radio-software para mejorar las comunicaciones con tierra durante el vuelo, medir la radiación de los anillos Van Allen y sus efectos sobre la electrónica embarcada y validar un nuevo mecanismo de despliegue de los paneles solares que lleva acoplados para incrementar la potencia de los picosatélites destinados a investigación.

El rector vigués, Salustiano Mato, y el coordinador del proyecto, Fernando Aguado, coincidieron ayer en que la puesta en órbita de Xatcobeo es solo "el primer paso de una línea de investigación estratégica en el futuro de la Universidad". "Nos abre las puertas de la internacionalización, nos proporciona una mayor visibilidad en el exterior y además supone un elemento de motivación para el alumnado", resumió satisfecho el rector, que apostó por realizar un mayor esfuerzo en ingeniería aeroespacial.

El proyecto se encuentra en su última fase y esta misma semana el dispositivo será enviado a la sede en Holanda de la Agencia Espacial Europea (ESA) para completar su proceso de integración antes del traslado definitivo a Sudamérica días antes del lanzamiento. Xatcobeo embarcará en el vuelo inaugural de VEGA, en el que viajarán un satélite principal y varios microsatélites europeos en dispensadores aislados para garantizar que cualquier fallo en estas cargas secundarias no perjudica el éxito global de la misión.

Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, el nanosatélite gallego es el primero de una universidad europea que se construye cumpliendo los estándares de la ESA y será probado en una órbita nueva para satélites miniaturizados a través de los anillos Van Allen, cuya elevada radiación supuso todo un reto técnico para los investigadores y obligó a construirle una coraza -que representa casi el 30% de su masa- para garantizar una duración mínima de su electrónica de tres meses, aunque su vida útil podría extenderse hasta un año. Concluido el viaje, no se convertirá en basura espacial porque al reintegrarse a la atmósfera se quemará.

Las condiciones exigidas por la ESA obligan a mantener a Xatcobeo en una sala aislada, por lo que ayer sus creadores no pudieron mostrarlo, aunque proyectaron imágenes de los últimos días y una recreación virtual de cómo será el lanzamiento. Unos 60 investigadores y alumnos de Telecomunicaciones, Industriales y de Ingeniería Informática participaron en la elaboración.