Ordenadores que imprimen en braille, aparatos que diferencian los colores de la ropa, bastones de última generación o lupas electrónicas para leer un libro en una pantalla gigante son algunas de las tecnologías a disposición de las personas invidentes, un sector que no deja de evolucionar para intentar mejorar la vida de quienes han perdido la vista.

Como en todo, el mundo de la informática es uno de los que cuenta con más prestaciones. Es el caso de las impresoras que imprimen con relieve brailla sobre el papel y que tienen un sencillo mantenimiento ya que tienen un contador de horas que indica en qué momento faltan hojas o si hay que realizar cualquier otra tarea. Las órdenes las recibe a través de mensajes de voz pregrabados.

Lo mismo ocurre con los ordenadores. Cualquier invidente puede utilizar aquellas computadoras con teclado en braille y que funcione por voz.

Los bastones, pieza básica para quienes pasean por la calle, también evolucionan. Los hay plegables, rígidos, telescópicos, de aluminio, grafito o fibra de vidrio con más de 22 conteras posibles. "Todavía queda mucho hasta que las personas invidentes puedan tener una especie de GPS para moverse por la calle, pero ya se está trabajando en bastones que puedan identificar obstáculos", Ángeles Fernández, quien imparte cursos para aprender a desenvolverse en el día a día, en la sede coruñesa de la ONCE.

Las lupas son otro elemento fundamenta para quienes tienen algún resto visual. En la sede de la ONCE cuentan con la lupa en la televisión. Un sistema que traspasa cualquier texto a la pantalla y a diferentes tamaños de letra (en la fotografía) para facilitar la lectura. Pero este es sólo un modelo. Hay lupas con conexión USB, convencionales, de mano digitales, con iluminación LED y de todo tipo de tamaños. Cuando la ceguera es total, el audio puede convertirse en un nuevo libro. "Por mi enfermedad tengo poca sensibilidad en las manos y lo que hago es que mi familia me graban los libros en el MP3 y así los escucho", indica la coruñesa Caridad López.

Pero la tecnología al servicio de las personas invidentes incluye una gran cantidad de aparatos para múltiples funciones. Desde relojes adaptados, material escolar con sistema braille -libros, instrumentos de cálculo o dibujo-, conversores de texto a formatos accesibles, anotadores electrónicops, álbum de fotos parlantes o móviles que funcionan con voz para facilitar la comunicación.

Tecnología que hace más fácil la vida de quienes viven sin el sentido de la vista.