Hace dos semanas que representantes de 195 países se trasladaron hasta Durban (Sudáfrica) para intentar llegar a un acuerdo sobre cómo luchar juntos contra el cambio climático. La idea inicial de la XVII Cumbre de la ONU sobre este tema era haber finalizado el pasado viernes, pero la falta de consenso ha provocado que, a última hora de ayer, todavía no se hubiese llegado a un acuerdo.

Las críticas de este retraso -que provocó que los representantes de muchos países, entre ellos España, tuviesen que abandonar la cumbre al ser imposible cambiar los vuelos- se centran en la presidencia sudafricana, quien, sin embargo, solicitó ayer a los delegados "mirar más allá por el bien de la humanidad" y aprobar los cuatro borradores de acuerdo de la cumbre.

A última hora de ayer, los ministros de los países reunidos todavía no se habían puesto de acuerdo. Los representantes estudiaron un borrador mejorado del texto que se presentó a las partes el viernes por la noche. El documento prevé la firma de un segundo periodo del Protocolo de Kioto, primordial para las economías en desarrollo, y la puesta en marcha de una hoja de ruta para un nuevo marco legal que comprometa a todos los estados, requisito de un grupo de países encabezados por la Unión Europea.

"Hay un sentimiento común de que es mejorable el texto", señaló ayer la secretaria de estado en funciones para el Cambio Climático, Teresa Ribera, en su última comparecencia antes de abandonar el Centro de Conferencias para tomar su avión de regreso a Madrid.

La UE, apoyada por 90 países africanos, los Estados insulares más amenazados del Pacífico y del Caribe y los países menos desarrollados, exige un acuerdo global jurídicamente "vinculante" de recorte de emisiones que entre en vigor de aquí a 2020, a cambio de sumarse en Durban a un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, que expira en 2012.

Rusia, Canadá y Japón han anunciado que no firmarán un segundo Kioto, un acuerdo ratificado por 37 naciones industrializadas pero no por EEUU.

China y EEUU, los dos principales emisores de gases de efecto invernadero, han sido esquivos a la hora de apoyar un acuerdo jurídicamente vinculante sobre reducción de gases, una postura compartida por la India, que reivindica su derecho a desarrollar su economía.

El debate sobre qué medidas tomar para reducir al máximo las consecuencias del cambio climático todavía está abierto. Dos semanas después, los países de la cumbre siguen sin llegar a acuerdo.