Íntegro, firme y de izquierdas. Xosé Luis Armesto es fiel a sus principios y coherente con ellos, aseguran incluso quienes no los comparten. Compañeros y rivales describen por unanimidad al futuro rector como un hombre coherente con sus ideas, trabajador y concienciado con el servicio y la lealtad a la institución y a la comunidad universitarias y la educación pública, en la que acumula décadas de experiencia en docencia y gestión. Los candidatos que pugnaron con él en estas elecciones coinciden también en que es recto, honrado y trabajador.

La defensa de la universidad pública y todo lo que conlleva marca la visión de la institución del que fue responsable del Vicerrectorado de Profesorado en las dos legislaturas de José María Barja. Es claro y previsible, sostienen los que han trabajado con él, por lo que no esperan ninguna sorpresa de las directrices que vaya a imprimir a A Maestranza en la próxima legislatura. Con los países nórdicos como modelo, Armesto apuesta por el acceso universal a la enseñanza universitaria para facilitar la igualdad de oportunidades y, de ese modo, caminar hacia la igualdad social.

Hombre de academia y nacido en A Coruña, ha desarrollado toda su carrera universitaria en la institución que ahora dirigirá, a excepción de los trabajos de investigación en que ha colaborado con la Universidade de Santiago, donde se licenció en Químicas y doctoró con premio extraordinario. A su labor docente e investigadora se suma en el currículo de Armesto la labor de gestión. Dirigió el Colegio Universitario coruñés, germen de la Universidad actual, entre 1.990 y 1.999. Cinco años después se sumaría al equipo del rector al que ahora sucede.

El relevo no será muy complicado porque, sostiene el que hasta ahora era su jefe, Armesto conoce de primera mano casi todas las cuestiones y negociaciones de la gobernanza universitaria, algunas de las cuales lideró él mismo en reuniones con, por ejemplo, la Consellería de Educación. Su tenacidad quedaba patente en estos encuentros, relata Barja, que ve este rasgo como un "valor positivo" aunque no para todos lo fuese. Actúa con plena convicción. "Siempre ha hecho lo que creía mejor para la Universidad", asevera Fermín Navarrina, candidato de Agora UDC, opinión que suscribe, rotundo, Alejandro Pazos, quien vaticina que "tendrá peso como rector".

Es reservado y serio. Pero no tanto como transmite en la primera impresión, asegura su compañero de grupo y amigo Luis Caparrós, hasta ahora vicerrector de Cultura y Comunicación. Equilibrado al compaginar su vida pública y privada, el futuro líder de la Universidad coruñesa tiene como afición más destacada el fútbol. Es del Dépor. Y es de los que no se pierden un partido de su equipo, del que es socio desde hace treinta años.

Los partidos en Riazor no son su única pasión. A Xosé Luis Armesto le encanta viajar. Todos los años aprovecha sus vacaciones para hacer un gran viaje. Se ha desplazado a lugares tan diversos como la India, Sudamérica o Estados Unidos.

Le interesa el medio ambiente, tema sobre el que ha investigado. Y lo lleva a su vida privada. De hecho, tiene un coche híbrido. Hace alrededor de un año, se decantó por la adquisición de uno de estos vehículos, menos contaminantes que los convencionales, cuando su viejo Golf se quedaba ya sin fuelle.

La música clásica ocupa también buena parte de la agenda de ocio del sucesor de Barja al frente del gobierno de la UDC. Es un habitual de los conciertos de este género y miembro de las sociedades musicales Amigos da Ópera y Follas Nova. Hace años, incluso cantaba en un coro. Pero ahora ni siquiera amigos y compañeros cercanos consiguen arrancar de su garganta una nota que revele las aptitudes musicales de su profunda voz.