El equipo médico de aparato digestivo dirigido por el doctor Martínez Ares ha sido el encargado de realizar, en el Hospital Perpetuo Socorro de Vigo, las dos primeras intervenciones de cirugía de obesidad por vía endoscópica, sin incisiones ni cicatrices, en Galicia. Este método se denomina POSE (Primary Obesity Surgery Endolumenal), que podría traducirse por Cirugía Primaria de la Obesidad por vía Endoscópica o, lo que es lo mismo, reducciones de estómago por vía oral.

Se trata de un tratamiento pionero que permite resolver el problema de la obesidad mediante la reducción del tamaño del estómago sin la habitual cirugía abierta ni laparoscópica. Una vez operados, los pacientes pueden regresar a su casa en pocas horas y reincorporarse a su actividad habitual en dos días. Una de las grandes novedades de este método es que se accede al estómago a través de la boca, por lo que se evitan heridas y cicatrices. El dolor postoperatorio es muy reducido y, además, se reduce enormemente el riesgo de infecciones.

La intervención se realiza bajo anestesia general. A través de un endoscopio que transporta el instrumental desde la boca hasta el estómago se pliega un trozo de la pared del estómago y se sutura, con lo que se consigue una reducción del volumen.

En España se han realizado un total de 120 intervenciones de este tipo. Las primeras tuvieron lugar en la Clínica Teknon de Barcelona el pasado mes de marzo. En todo el mundo se han llevado a cabo alrededor de 250 intervenciones de este tipo.

El endoscopista David Martínez Ares fue asistido por la doctora Jennifer Valadares de la USGI Medical, empresa que ha creado el material con el que se realiza este tipo de intervención y que está presente en todas las operaciones. Las operaciones se realizaron en el Hospital del Perpetuo Socorro, "que es el que ha apostado por nosotros", agradece el doctor.

"La tasa de complicaciones en las intervenciones realizadas hasta ahora ha sido cero", asegura Martínez Ares. Los resultados se presentaron en el Congreso Europeo de Endoscopia y Digestivo de Estocolmo celebrado el pasado mes de octubre y revelaron que a los seis meses de la intervención los pacientes habían perdido unos 25 kilos. "Es una cifra muy buena teniendo en cuenta que las personas que se someten a esta operación tienen un sobrepeso de 35 a 45 kilos", apunta el doctor, al tiempo que advierte de que aún quedan por ver los resultados a largo plazo "aunque es previsible que sean buenos".

El objetivo de esta intervención es, además de reducir el apetito, conseguir que la sensación de saciedad llegue antes. Sin embargo, el especialista recuerda que es "esencial" que tras la operación los pacientes mantengan una dieta saludable y realicen ejercicio físico. "Por eso les atiende un equipo multidisciplinar formado por psicólogos, nutricionistas, endocrinos... que realizan el seguimiento que dura varios meses", añade.

Los especialistas insisten en que este método no está indicado para todos los tipos de obesidad. "Para las personas con obesidad mórbida esta no es la solución adecuada", advierte Martínez Ares.

Los pacientes a los que va dirigido son aquellos con un IMC (Índice de Masa Corporal) menor de 40, esto es un exceso de peso de unos 30 a 40 kilos. "No es una técnica que intente competir con la cirugía convencional, que es la adecuada para casos de obesidad mórbida", indica este doctor.