"Hemos aguantado hasta ahora recortes y presiones de todo tipo por parte de los gestores. Y hemos dicho hasta aquí". Los médicos gallegos han decidido alzar la voz y rebelarse contra las últimas medidas aprobadas por el Gobierno para ahorrar 7.000 millones de euros en sanidad para "advertir a la sociedad de lo que supondrán en cuanto se apliquen". Advierten de que las urgencias se saturarán, como consecuencia de tener que atender en este espacio a todos los pacientes que, por un motivo u otro no tengan tarjeta sanitaria. Avanzan, además, que ellos mismos informarán a los pacientes de los recortes aplicados, a través de carteles, panfletos, tablones de anuncios en los centros de salud y hospitales e incluso reuniones con asociaciones de vecinos.

Representantes del Servizo Galego de Saúde (Sergas), tanto de hospitales como de Atención Primaria, en una rueda de prensa promovida por los dos sindicatos mayoritarios (CESM-Omega), cargaron contra "el monstruo abominable" que supone el Real Decreto 16/2012 de medidas urgentes en sanidad aprobado por el Gobierno. Según Cándido Andión, otorga "patente de corso" para llevar a cabo "cualquier barrabasada" en materia de recortes de prestaciones. "Masificación de consultas, no sustitución de bajas, limitaciones en la tasa de reposición (con la entrada de un médico por cada diez que se jubilen) o sobrecarga asistencial", enumeró Andión como ejemplos de lo que ya están viviendo en el día a día y que, "indudablemente", inciden en la calidad del servicio.

Y los médicos van más allá: denuncian que el decreto provocará que futuras generaciones tengan una menor esperanza de vida. Consideran que médicos y pacientes son "los paganos" de la crisis. A modo de comparación, Andión afirmó que es "indignante" que en España existan 445.600 políticos frente a 165.967 médicos, lo que da una ratio de casi cuatro políticos por cada médico. "¿Qué es lo que sobra?", se preguntó. Reprocharon además al Gobierno gallego que, pese a tener la opción de presentar un recurso contra la reforma aprobada por Madrid no lo haya hecho.

Las personas que no tengan derecho a tarjeta sanitaria serán atendidos en urgencias, así como extranjeros que necesiten asistencia. "Se irán dando muchos casos, como por ejemplo, una mujer que se acabe de divorciar y no tenga tarjeta pero tampoco sea desempleada", explicó ayer Victor Crespo, del sindicato Omega. Recordó el caso ocurrido hace unos días en Valencia, de una ciudadana china a la que se envió una factura de más de 20.000 euros para pagar una operación de un tumor. En este sentido, Crespo defendió que seguirán atendiendo a cualquier paciente independientemente de que tenga o no tarjeta sanitaria, aunque alertó del riesgo de saturación en los servicios de urgencias, con todos estos cambios.

Crespo cargó también contra el 10% que deberán pagar los pensionistas en cuanto se aplique el copago (está previsto para antes de verano). "Adelantarán ese dinero independientemente de que alcancen el tope de ocho, dieciocho o 60 euros, que se les devolvería en seis meses, pero mientras, funcionará como una especie de financiación para el Sergas", añadió el portavoz de Omega. Los médicos gallegos aseguran que no se quedarán de brazos cruzados frente a los recortes.