Más de 300 trabajadores de unidades dependientes de la Consellería de Benestar se manifestaron ayer en Santiago contra "el desmantelamiento" y la "privatización" de los servicios públicos dependientes de este departamento así como el futuro "cese paulatino de 300 trabajadores" a partir del mes de junio. Los trabajadores denuncian el cierre de centros de menores o de unidades de dependencia. Por su parte, la conselleira Beatriz Mato aseguró ayer que hay una "mala interpretación" de la situación. "Que 300 plazas no salgan a concurso no quiere decir que desaparezcan. Se amortizarán 38 y se crearán 48 nuevas", resaltó.