No es de extrañar durante estos días la presencia de un coche con un extraño dispositivo adjunto al techo recorriendo diversas calles de España. Como ya ocurrió en varias ciudades gallegas, el coche con la cámara erguida sobre una especie de baca no es otro que el del callejero de Google. Las imágenes que toma son utilizadas luego para el servicio de Street View, que permite ubicar calles con fotografías.

Esta semana el bufete ePrivacidad presentó la primera denuncia en España contra el servicio. Se ha registrado en la Agencia de Protección de Datos (AEPD) al estimar que va contra la normativa española y el responsable, Samuel Parra, asegura que desde entonces ya han recibido multitud de llamadas. Algunas de las fotografías del buscador muestran rostros sin tapar o pixelar. Muchas de ellas son de calles de Galicia, con rostros sin pixelar y matrículas sin tapar. "La imagen es un dato personal y exige pedir el consentimiento", explica, "hay sanciones a comercios por grabar un trozo de la calle".

La legislación de protección de datos establece en su artículo 6 que el tratamiento, es decir la obtención de los datos de carácter personal requiere el consentimiento "inequívoco" del afectado. Entre las excepciones a la norma general se encuentran "los datos que figuran en fuentes accesibles al público", que la propia normativa define: boletines oficiales, medios de comunicación, listados profesionales de colegiados y censos promocionales. Exclusivamente. Street View no los obtiene de una fuente accesible al público, sino de la vía pública. Se trata de un servicio de búsquedas disponible gratuitamente para cualquiera a través de internet. Y de ahí la polémica.

Samuel Parra explica que este tipo de "patinazos" ocurren porque quien difumina las caras en el servicio de Google "no es un humano, sino un algoritmo y falla". Ahora, cuando los coches de Street View recorren de nuevo las calles españolas, la agencia española ha exigido al buscador que "antes, durante y después" de la captación de datos, permita el difuminado de las caras y las matrículas y hasta la eliminación de los originales. "Les hemos exigido todas estas garantías y nos vamos a encargar de comprobarlo", aseguró.