Galicia, "la región más envejecida del mundo", no gestiona bien sus recursos en geriatría. Así lo aseguraron ayer los representantes de las Sociedades Española y Gallega de Geriatría y Gerontología, que desde ayer celebran su congreso anual en Santiago, y que explicaron que pese a ser una comunidad con 602.400 personas mayores de 65 años, de las cuales 1.200 son centenarias, no tiene más de una veintena de geriatras en la red sanitaria pública -Madrid, por ejemplo, tiene 120- y solo dos hospitales -el Meixoeiro de Vigo y el Lucus Augusti de Lugo- cuentan con un servicio de Geriatría. "La falta de geriatras no supone que los mayores no estén atendidos, sino que no lo están con la calidad que deberían estarlo para cumplir con el objetivo de este congreso y de la atención geriátrica europea: envejecer saludable y activamente", afirmó el presidente de la Sociedad Galega de Xeriatría y Xerontología, Andrés Vázquez.

Por su parte, el presidente de la organización nacional, Pedro Gil Gregorio, añadió que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, se prevé que el envejecimiento continúe en ascenso y que en 2025 alcance los 15 millones de personas, es decir, el 32% de la población, una cifra que ya se da en Galicia, lo que la sitúa por delante de lo que va a suceder y la convierte en un "buen ejemplo" para estudiar cómo afrontar el envejecimiento, uno de los temas de este congreso, que reúne en Santiago a más de un millar de especialistas y profesionales en la atención a personas mayores.

Para los especialistas en geriatría, esta nueva situación supone un gran reto no solo sanitario, sino también social, por lo que abogan por un modelo de integración sociosanitaria que dé cobertura a las necesidades de estas personas, un modelo, además, más eficaz y también más barato.

"Tenemos mayores de 70 y 80 años que están en una excelente forma física y psíquica, pero no socialmente y desperdiciar el caudal humano que suponen estas personas es una catástrofe social", opinó José Antonio Serra, jefe del servicio de Geriatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, uno de los ponentes de la sesión plenaria con la que abrió el congreso, en la que se abordó el envejecimiento activo. Pero para ello, también es necesario que "aprendamos a envejecer de forma activa".