Ismael Rodrigo preside desde hace ocho años la Federación Española de Naturismo, un organismo que agrupa a las quince asociaciones que existen en España para aconsejar y asociar a cualquier nudista que quiera estar en contacto con otras personas que compartan su misma filosofía.

-¿Cómo surgen en España las asociaciones de nudistas?

-El Club Catalán de Naturismo fue la primera asociación de esta índole en España, que comenzó por asociarse con una del Mediterráneo y otra de Andalucía. Después empezaron a demandar una asociación a nivel español para ponerse en contacto con la Federación Naturista Internacional (FNI).

-A nivel gallego, ¿existe alguna asociación para nudistas?

-A día de hoy ya no. Existió desde 1997 hasta hace un par de años, pero se disolvió por falta de gente y por falta de tiempo para dedicarse a ella. Un grupo de nudistas pensaron en crear una en torno a la playa de Barra (Cangas), pero no hemos sabido nada más desde la federación.

-¿Qué encontrará una asociación que se adhiera a la federación española?

-En primer lugar, cualquier asociado dispone de un carné que es igual para los afiliados de todo el mundo, un total de 300.000 personas distribuidas en 32 países. Por otro lado, encontrará representación ante la Federación Naturista Internacional en cuanto a peticiones que quieran proponer desde cualquier asociación o para participar en las actividades que se realizan a nivel internacional, como galas de natación o encuentros de familias naturistas en centros del mismo tipo.

-¿Cual es, entonces, la función principal de la FEN?

-La más importante es la de demandar a los ayuntamientos cuando incumplen la ley vigente mediante ordenanzas que van en contra del libre derecho de ejercer el nudismo en las playas. La mayoría de los ayuntamientos las retiran en la primera fase de exposición pública, sino se recurre a la vía judicial. En este momento son tres los ayuntamientos que tienen en activo ordenanzas en contra del nudismo: Cádiz, Barcelona y Valladolid. A estos hay que unirles pequeños pueblos en los que es más difícil enterarse de lo que hacen.

-¿Y que es lo que defiende cualquier nudista?

-Defendemos el uso nudista cuando no es necesaria la ropa, ya que, en el caso de la playa, mantiene la humedad y es antihigiénico aunque solo se vaya a tomar el sol. Cuando es necesario hay que ponérsela, por supuesto, lo que no hay que hacer es ver la ropa como un objeto obligatorio. Un ejemplo sería el hecho de llegar a casa y encender el ventilador porque hace calor, en vez de quitarse la ropa, con lo cual bajas unos 5 grados de temperatura corporal. Es mucho más lógico y además, más sano, ya que ventilador genera bacterias.

-¿Qué opina, como nudista, de los estereotipos de físico que se imponen en la sociedad?

-Me parece despreciable que solo sea visible la desnudez comercial. Los modelos sí que son raros y no cualquier cuerpo natural. Provocan una sensación de descontento a cualquiera que no siga esos clichés y son los responsables de que cada vez haya más operaciones o enfermedades relacionadas con el físico.

-¿Cual sería la solución para la desaparición de esos clichés?

-Es cuestión de educación, de dignificar el cuerpo humano por encima de todo. El nudismo es un concepto filosófico sobre cómo valorar el cuerpo de la forma que se merece, de cómo devolverle esa bondad que nunca debió haber perdido bajo los modelos que se venden como perfectos.

-¿Es más correcto hablar de naturistas o de nudistas?

-No tiene importancia usar un término u otro ya que la variación de significado es irrisoria. Quizá el término naturista sea más europeo y nudista más anglosajón. El peligro viene cuando se confunden estos con otros términos, como naturista con naturopatía, con lo que no tenemos nada que ver.

-¿Se practica el nudismo o se es nudista?

-Para referirse a la actividad de un naturista, no hay que usar términos como "practicar" sino mejor "ser nudista " o "estar desnudo". Lo natural en un ser humano es que esté desnudo y si hablamos de prácticas, habría que aludir al "vestidismo", que es lo antinatural.