Una gallega -de adopción madrileña- se abre paso en la pasarela y el mundo de la moda. Alba Galocha tiene 24 años y destila frescura en su imagen y en la letra pequeña. Esta estudiante de diseño, modelo y blogger (Tea time, en Vogue.es) irrumpe como it girl. La joven se ha alzado con el premio a la mejor modelo de la última Fashion Week Madrid. Quizás por eso la prensa especializada califica su premio como un "triunfo a la naturalidad" y su nombre aparece en listas internacionales entre las blogger más sexys. Ha sido portada de diversas revistas de moda. Morena y racial, de gran melena, a veces posa leyendo a Ian McEwan, mientras recomienda moda de verano.

-¿Qué supone para una estudiante de moda, blogger y modelo ganar el Premio L'Oréal, a la mejor modelo?

-Es todo un honor. Dentro de España considero este premio como algo bastante relevante por lo que no puedo estar más contenta y orgullosa.

-¿Qué es lo primero que se le pasó por la cabeza al saber que era distinguida?

-No me lo podía creer. Cuando me lo dijeron le dije a mi booker: 'Pero ¿qué premio? ¿En serio?, ¿yo? Pero ¿por qué?' o algo así...

-¿De quién se acuerda?

-De toda la gente que me ha apoyado y ha confiado en mí a lo largo de este recorrido. Mis padres y mis bookers especialmente y Miguel Palacio, que fue el primero en darme esta oportunidad.

-Estas son declaraciones suyas: "Sé que no tengo tan fácil el acceso a las grandes pasarelas de París o Milán pero... el premio demuestra que sé desfilar". ¿Cuál es su objetivo profesional a corto plazo?

-Seguir trabajando, poco a poco pero cada día mejor.

-Le importaría matizar en qué parcela o parcelas le gustaría centrarse a partir de ahora. Seguirá siendo blogger, entiendo. ¿Y modelo?

-Seguiré como hasta ahora, combinando mi trabajo como modelo y como blogger.

-Con 1,71 metros, ¿ha sido la altura un hándicap en su carrera?

-Puede que si fuese un poco más alta todo hubiese sido más fácil pero eso nunca se sabe, no me quejo ya que estoy muy contenta con todo lo que estoy obteniendo desde mi metro 71.

-¿Cree que es hora de otro estereotipo de mujer modelo, que rompa los clichés tradicionales de solo "mujer florero"?

-Opino que con las redes sociales las modelos nos mostramos más accesibles y nuestros seguidores nos ven más personas.

-De pequeña quería ser veterinaria. ¿En qué momento da el salto al mundo de la moda?

-De pequeña quise ser tantas cosas... siempre me interesó el mundo de la moda, empecé en él estudiando diseño y terminé como modelo.

-Se declara "adicta" al té rojo. ¿Tiene alguna otra pasión gastronómica importada de Galicia?

-Toda la comida gallega me vuelve loca. Este verano comí muchísimo, pero creo que algo que degusto siempre que voy a Santiago de Compostela es un buen plato de caldo en el restaurante O Dezaseis.

-¿Qué relación guarda con Galicia actualmente?

-Mi padre y su mujer viven allí, con lo cual me escapo a la comunidad gallega siempre que puedo.

"Quiero trabajar, pero deseo volver pronto a Galicia"

Un buen paseo por un paraje del municipio costero de Foz y un cine a última hora de la tarde en Ribadeo "soluciona" el día a Alba Galocha. Y también un plato de pulpo.

Son retazos de sus recuerdos de este verano en Galicia, a donde viaja siempre que puede y pasa por la casa de sus abuelos. De hecho, también ha estado en un conocido festival heavy en la mariña lucense, en Viveiro. Dan cuenta de ello numerosas fotos de su blog.

A la propuesta de elegir un momento de su verano gallego, plantea la siguiente respuesta: "Creo que recuerdo especialmente una cena en Ribadeo, después de ir a la playa de As Catedrais, en la que comimos de maravilla y muy barato, de eso en Madrid no tenemos".

Fue en sus últimas entradas de este verano, previas a la preparación de la pasarela, donde habla de las visitas a su mejor amigo en Foz y a la casa de familiares.

"Tocaba volver a Madrid pero, la noche antes, en casa de mis abuelos, nos dieron las mil viendo fotos de hace años. Familiares que ya no están y otros que están demasiado lejos, como la mayoría de los momentos en los que han sido sacadas las fotografías."

"Quiero trabajar mucho, pero también me gustaría volver pronto a Galicia", regala como frase triunfal en una de esas entradas.

Aquellas - "solo dos semanas"- de vacaciones, tuvieron su primera parada en el municipio lucense de Meira, hogar familiar por parte de sus abuelos y "donde había fiestas" (como en casi todos los pueblos de Galicia un 15 de agosto), sonríe la joven que no resiste a posar ante una tómbola de feria.