Recurrir a sustancias o terapias naturales como complemento al tratamiento oncológico -algo que hace uno de cada tres pacientes con cáncer- puede tener efectos secundarios adversos e incluso impedir la mejoría del enfermo, según alertó ayer la Sociedad Española de Oncología Médica. Con el objetivo de aclarar qué sustancias son inocuas y derribar falsos mitos sobre algunas de estas terapias, la entidad acaba de estrenar el apartado de medicina integrativa en la web www.oncosaludable.es, en las que se incluyen más de sesenta fichas de diferentes productos, en el marco de la campaña No todo lo natural es inocuo. "Toda sustancia administrada por el propio individuo tiene que ser consultada al oncólogo", resaltaron ayer Pedro Pérez Segura y Juan Jesús Cruz, miembros de la Sociedad.

Entre las sustancias contraindicadas se encuentra en ginseng. "Es un revitalizante que se desaconseja en mujeres con cáncer de mama o de útero hormonosensibles, es decir, en personas que puedan empeorar con estrógenos", indican los oncólogos. Otro ejemplo son las consecuencias de un exceso de vitamina C. "Abusar del zumo de naranja o pomelo así como productos compuestos por piel de uva puede interactuar con la quimioterapia", añade el especialista en Oncología Pérez Segura, quien también alerta del tratamiento con bayas chinas "de las que se han retirado partidas completas por sus altas dosis de plomo".

Pero el papel de la Sociedad Española de Oncología también es derribar falsos mitos. "Los estudios sobre el efecto del selenio sobre el cáncer de mama, pulmón o próstata demostraron poca eficiencia e incluso, en alguno de ellos, se relacionó su consumo con el aumento del tumor de próstata", indica el doctor Pérez. En la misma línea, la Sociedad de Oncología asegura que es falso que el consumo de la planta denominada uña de gato sea eficaz contra el cáncer. Por el contrario, los oncólogos sostienen que la práctica habitual de yoga puede reducir la fatiga y el cansancio asociado el cáncer y su tratamiento y alaban la función del aloe vera, que tiene "un efecto antitumoral al ser un regenerador celulario" y la caléndula, "que ayuda a combatir la toxicidad cutánea".

En cualquier caso, el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, Juan Jesús Cruz recomendó consultar siempre al médico las posibles interacciones de sustancias y terapias, aunque reconoció que los propios facultativos desconocen en ocasiones los efectos, por lo que también pueden acudir a esta web. Si no hay estudios o no son concluyentes sobre una sustancia, los expertos señalan que lo mejor es abstenerse de tomarla.

Habitualmente, el paciente no informa al médico de lo que toma de forma complementaria, pero se detecta porque la evolución del enfermo no es la esperada; es decir, se deduce que algún otro fármaco o sustancia interactúa con el tratamiento convencional. "Ningún oncólogo, de forma rutinaria, está recomendando esas sustancias cuando hay fármacos adecuados", subrayan los médicos, quienes recuerdan que muchas veces, los posibles beneficios solo son "algo psicológico".