Niñas de entre 13 y 16 años de Reino Unido recibieron inyecciones e implantes anticonceptivos en sus colegios, sin el conocimiento de sus padres, durante los últimos dos años, reveló ayer el diario británico The Daily Telegraph.

Durante este período, enfermeras de colegios e institutos de Educación Secundaria administraron esos tratamientos hormonales hasta en 900 ocasiones, durante el descanso para comer, según los resultados de la encuesta llevada a cabo por el periódico. Sin embargo, este número podría ser mayor, ya que muchos centros afirmaron que no conservan registros de cada caso, para evitar romper la confidencialidad de la paciente.

Estas normas prohíben a las enfermeras pedir el consentimiento de los padres con antelación al tratamiento e informarles sin contar con el permiso de la alumna.

Las inyecciones, aplicadas en los brazos de las niñas, tienen un período de eficacia de hasta tres meses, y el tratamiento completo evita que queden embarazadas durante un período de hasta tres años.

Según los resultados de a encuesta, estos tratamientos habrían sido administrados en escuelas de las ciudades inglesas de Bristol y Peterborough.