Las mujeres maltratadas "deben tener la confianza de que pueden salir de esa situación" y "denunciar" los casos de violencia de género porque las Administraciones ponen a su disposición medios económicos para ayudarlas. La secretaria xeral de Igualdade del Gobierno gallego, Susana López Abella, aprovechó la presentación, ayer, del balance de violencia de género del año pasado para hacer este llamamiento, no solo a las propias víctimas, sino también a la sociedad, y tras lamentar que durante el año pasado fallecieron en la comunidad gallega cuatro mujeres por culpa de los malos tratos, lo que consideró un "fracaso".

El resto de las cifras que difundió la responsable del departamento dependiente de la Consellería de Benestar de la Xunta apuntan, no obstante, a una evolución positiva, si se las compara con las registradas durante 2011. Recordando los datos recopilados por el Consejo General del Poder Judicial, Abella destacó que el año pasado los juzgados de la comunidad gallega comunicaron 1.149 medidas cautelares o de protección a víctimas de violencia de género (un 14,8% menos que en 2011), lo que supone una media de tres dictámenes de ese tipo cada día, de los cuales 483 correspondieron a la provincia de A Coruña; 406, a Pontevedra; 169 a Lugo; y 91, a Ourense.

Las estadísticas de Igualdade revelan que, durante el pasado año, un total de 362 mujeres recibieron las ayudas de pago mensual para víctimas de violencia de género que concede la Administración gallega, cuyo importe oscila entre los 300 y los 800 euros, y que buscan "proporcionar apoyo económico para garantizar a las víctimas unas condiciones suficientes de independencia" que faciliten su alejamiento del agresor. Además, el departamento autonómico concedió 51 ayudas de pago único, un 6,7% más que en el ejercicio anterior, a mujeres maltratadas que acreditaron "insuficiencia de recursos y especiales dificultades para obtener un empleo", y una indemnización.

Por otro lado, un total de 600 víctimas se beneficiaron, en 2012, del programa de atención psicológica puesto en marcha por el departamento autonómico (en colaboración con el Colegio Oficial de Psicoloxía de Galicia), de las cuales 408 fueron mujeres, 171 (casi una de cada tres), menores y 21, familiares dependientes (en este grupo se incluyen padres, madres, abuelos, etc., que hayan convivido en el núcleo donde se produjeron los malos tratos). Paralelamente, se registró un "ligero descenso" en la participación en el programa Abramos o círculo, dirigido a hombres con problemas de control de la agresividad en el ámbito familiar pero sin sentencias judiciales a sus espaldas.

El número de denuncias también sufrió un descenso, aunque solo están publicados los datos relativos a los tres primeros trimestres del año. Con todo, las 3.667 denuncias realizadas, frente a las 4.012 del mismo período en el año anterior, representan una caída del 8,6%.