Después de las campañas de captación de ingenieros, arquitectos e investigadores, Alemania necesita ahora enfermeros para completar las plantillas de sus hospitales, geriátricos y policlínicas. Y, como en cualquier sector de la Educación Superior, la cuna de Angela Merkel no tiene más que pedirlo. Esta vez es más difícil que nunca resistirse a la oferta; no es necesario ni saber el idioma. El país europeo les paga durante los cinco primeros meses un curso intensivo de alemán, con profesor particular para grupos reducidos, el alojamiento, la comida e incluso les ingresa, a mayores, 400 euros mensuales para sus gastos personales.
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