¿Está Google obligado a desindexar datos personales a petición del titular? Para el abogado general de la UE no, al menos en el caso del gallego Mario Costeja, que enfrenta a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y al gigante de internet. Sin embargo, y a pesar de que continúa vinculado a un viejo embargo ya solucionado, las primeras entradas al teclear su nombre hacen referencia a la batalla que mantiene con el todopoderoso buscador, algo que insufla oxígeno a los cientos de gallegos que como él exigen ser olvidados en la Red. Solo la empresa Bórrame.es, especializada en gestionar el derecho al olvido, lleva los casos de cerca de 200 gallegos que exigen la eliminación de datos personales indexados en la Red que consideran que afectan a su dignidad. Frente a estos, el buscador, que apela a su derecho a la libertad de expresión.

"No sabemos por qué, pero el mayor número de nuestros clientes son gallegos", comenta Manuel Moreno, socio gerente de esta firma, que tiene, añade, casi una veintena de casos tutelados con la Agencia de Protección de Datos similares a los de Costeja. "En estos momentos están retenidos. A la espera, entendemos, de la sentencia del Alto tribunal europeo", comenta Moreno, quien, aunque el dictamen del abogado general no es vinculante, no cree que los jueces se pronuncien en sentido contrario. "Este dictamen era algo que cabía esperar. Nuestra esperanza es que el fallo no sea extensivo", manifiesta el abogado, para quien Google sí contribuye a la información que indexa, ya que usa algoritmos para ordenar la información que enlaza.

Moreno recuerda que hoy en día el hecho de no compartir información en internet no garantiza que el buen nombre de una persona no pueda quedar en entredicho en el ciberespacio. "Terceras personas pueden hacer comentarios difamatorios sobre alguien que ni siquiera tiene un perfil en una red social y esos comentarios pueden ser lo primero que esa persona encuentre cuando teclee su nombre en un buscador", explica el abogado. Precisamente este tipo de casos son los que más reclamaciones generan, aunque hasta este despacho han llegado también demandas contra buscadores como Google. "No hay que tener miedo a exigir el derecho a la rectificación o a la eliminación de datos, algo que tampoco es caro si no es complicado", comenta este letrado.

Sin embargo, también hace un llamamiento a la prudencia a la hora de subir información a internet. "Nosotros nos ponemos en contacto con la fuente original para reclamar que se borren los datos; con el buscador si el caso lo requiere, pero no podemos saber si esa información ha quedado almacenada en un ordenador personal", explica.

Esta firma ha tramitado casos de lo más diversos. "Hemos tenido casos que van desde la exprostituta que ha cambiado de profesión pero que continúa vinculada a páginas de contactos hasta el caso de una mujer que hace unos años pidió por internet y que hoy, ya con trabajo lo que primero encuentra al teclear su nombre es esa situación", indica.

Fernando Suárez, presidente del Colegio de Ingeniería Informática de Galicia, considera que pretender que la información de una persona sea eliminada de internet es irreal. "Es una opinión personal, pero el derecho al olvido es una entelequia", asegura. Suárez explica que este derecho está ligado a los denominado ARCO -acceso, rectificación, cancelación y oposición- de Protección de Datos, aunque otra cosa es que pueda llegar a conseguirse al 100%. "Va contra la lógica porque puedes conseguir que la fuente elimine tus datos, pero no tienes control sobre el resto de los sitios donde está esa información". Y pone un ejemplo: pretender eliminar una noticia de un diario arrancando la hoja de un ejemplar.