Los cuadernos con actividades de repaso para que los alumnos recuerden lo aprendido durante el curso no pasan de moda, pero se adaptan a los nuevos tiempos. Clásicos como Vacaciones Santillana o lo cuadernos Rubio ya cuentan con una versión digital para tabletas o smartphone, que compite con el tradicional libro en papel. El formato virtual da mayor flexibilidad -pueden hacerse los ejercicios en la playa, el parque o en una terraza- y convierte este repaso en una actividad más atractiva para los pequeños. Los pedagogos gallegos ven con buenos ojos que los alumnos, tanto los que han suspendido alguna como los que tienen todo aprobado, recurran a este tipo de cuadernos aunque eso sí, sostienen que el aprendizaje es más efectivo si se opta por los cuadernillos de papel de toda la vida. "La mayoría de las personas no tiene memoria fotográfica y es falso que cuanto más cantidad de recursos sea mejor el aprendizaje. Se aprende más si el niño tiene que escribir apuntes, por ejemplo, que no con un sistema en el que de una pantalla salta a otra y tiene mil recursos que consultar, eso hace más lento el aprendizaje", sostiene el presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia, José Manuel Suárez.

Unos y otros, en papel o digital, cumplen la misma misión: que los pequeños no olviden los contenidos impartidos durante el curso, algo que los pedagogos consideran esencial. "Tanto los niños que hayan suspendido como los que han aprobado todo deben repasar la materia antes de iniciar el nuevo curso y estos cuadernillos son idóneos porque no se trata de volver a estudiar toda la materia sino que ofrecen actividades y ejercicios a modo de flashes con lo más importante", indica Suárez, quien cree que este tipo de cuadernillos deberían ser "obligatorios" durante el verano.

Los expertos aconsejan que los niños se inicien en este repaso veraniego desde bien pequeños y que la realización de las actividades se adapte a cada uno. "Si se ha suspendido hay que trabajar todo el verano y sino, con repasar 15 días antes del inicio llega. La cuestión del horario o de cuantos ejercicios hacer la deben marcar los padres. Hay niños sin ningún tipo de interés y otros que si les dejan hacen el cuadernillo en un día", sostiene este pedagogo.

En los últimos años se han multiplicado las aplicaciones para móvil o tableta destinadas a que los pequeños de la casa no abandonen el hábito de estudiar en verano. Un ejemplo es el programa Pupitre de Santillana. Simulando sus míticos cuadernillos de papel, el sistema incluye actividades de repaso desde Infantil hasta 3º de Primaria. Para los más pequeños los ejercicios buscan el desarrollo de destrezas y habilidades mientras que para los niños de 6 a 8 años, las fichas permiten recordar contenidos de matemáticas, lengua o enseñanza artística. Entre las novedades: a medida que hacen correctamente los ejercicios se desbloquean juegos de una parte denominada Recreo y la aplicación permite abrir varios perfiles para que os hermanos utilicen el mismo programa pero cada uno a su nivel. Otro clásico del repaso veraniego también se ha dejado seducir por lo digital. Cuadernos Rubio ya cuenta con una aplicación para iPad o móviles en las que hacer sumas, divisiones, multiplicaciones o problemas. Para favorecer la autonomía del niño cuenta con un corrector de ejercicios. No son los únicos. Los cuadernillos de verano se reinventan.