Reconoce que las nuevas tecnologías permiten que cada alumno adecúe la clase a su nivel de aprendizaje y vuelve la materia más atractiva para los pequeños, pero advierte de que no todo son ventajas. "Hay una visión idílica del uso de nuevas tecnologías en los colegios, pero no van a solucionar todos los problemas", resalta el presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia, José Manuel Suárez.

-¿Cómo varía el aprendizaje de utilizar un libro de texto a un ordenador?

-El aprendizaje es diferente, es una nueva forma de aprender. Por una parte es un sistema más enriquecedor porque los niños están más motivados ya que son ellos los que buscan información, hacen sus propias presentaciones. Además este aprendizaje permite que cada alumno interactúe, trabaje de acuerdo con su nivel, pero el uso de nuevas tecnologías también genera problemas.

-¿Qué problemas?

-No es lo mismo ver un libro, en el que puedes observar distintas páginas a un mismo tiempo, que una pantalla, donde la información está más limitada. Además, los niños tienen que aprender el manejo no solo de un programa, sino de varios. Además, tal y como está pensado el sistema educativo habría que cambiar el clásico hábito de memorizar simplemente la materia.

-¿Qué ventajas ofrecen las nuevas tecnologías?

-El uso de ordenadores o tablets es más interactivo que un libro de texto, permite acceder a más contenidos que un manual clásico, los niños no llevan tanto peso en la mochila... Hay ventajas pero creo que existe una visión idílica de las nuevas tecnologías y estas no van a acabar con los problemas.

-¿Se han idealizado?

-Sí, las nuevas tecnologías no van acabar con el fracaso escolar, ni evitar que quienes no tienen interés sigan sin estudiar, ni que haya quien esté con un ojo en la pantalla de ordenador y otra en el móvil o que el que falte a clase vaya a dejar de hacerlo.

-¿Cree que los portátiles o las tablets sustituirán a los libros de texto en las aulas?

-De momento y durante bastantes años no creo que se dejen de utilizar los libros de texto. Por un parte porque aquí no estamos tan avanzados en recursos como en EEUU. Las editoriales españolas aún están centradas en los libros y los recursos, las herramientas para dar clase con ordenador todavía son limitadas. Además está el problema del coste económico. Si hay familias a las que les supone un esfuerzo pagar los libros, imagínate tener que pagar un portátil. Hasta dentro de al menos 10 o 15 no se habrá estabilizado la situación porque también estas novedades tecnológicas obligan a un reciclaje de los profesores, que al contrario que sus alumnos no son nativos digitales.