El pasado 1 de enero entró en vigor una disposición normativa del Gobierno que establece que "a efectos del mantenimiento del derecho de las prestaciones sanitarias" el beneficiario debe tener su residencia habitual en España prestaciones sanitariasy esto se considerará así siempre que sus estancias en el extranjero no superen los 90 días a lo largo de cada año natural. Inmediatamente se desató la alarma. ¿Significa esto que si una persona se marcha al extranjero y pasa allí más de tres meses, se queda sin tarjeta sanitaria española? Esto dejaría en la cuerda floja a aquellos ciudadanos que ya no cotizan en España, como estudiantes o parados de larga duración. Una medida, con especial incidencia en Galicia, donde son muchos los jóvenes que emigran en busca de oportunidades laborales.

El PSOE lo ve claro. Denuncia que es un nuevo recorte de derechos que convierte en "apátridas" a los que emigran. Comunidades gobernadas por los socialistas como Andalucía o Asturias ya advirtieron que darán cobertura sanitaria a los parados que se vayan al extranjero en busca de trabajo. Sin embargo, en Galicia la Consellería de Sanidade no discute la medida porque entiende que ningún ciudadano gallego quedará sin cobertura de salud si se marcha fuera.

El secretario xeral de la Consellería de Sanidade, Antonio Fernández Campa, explica que la medida adoptada por el Gobierno está dirigida a evitar abusos por parte de ciudadanos extranjeros que obtuvieron la tarjeta sanitaria mientras trabajaban en España y que ahora se han marchado fuera y se siguen beneficiando de esta cobertura. "Son atendidos en sus países pero con la tarjeta española, de manera que se le facturan los gastos a España", aclara.

Hasta ahora estos extranjeros podían beneficiarse indefinidamente de la tarjeta sanitaria española. De manera que, según explica Antonio Fernández Campa, ahora se establecen 90 días -tres meses- como límite para determinar un cambio de residencia. A partir de ese plazo se considera que debe recibir la atención sanitaria en el país al que se haya marchado.

Sin embargo, la disposición adicional introducida en el proyecto de Presupuestos del Estado para 2014 no establece distinción entre ciudadanos españoles y extranjeros. "A efectos del mantenimiento del derecho de las prestaciones sanitarias en las que se exija la residencia en territorio español, se entenderá que el beneficiario de dichas prestaciones tiene su residencia habitual en España aún cuando haya tenido estancias en el extranjero siempre que estas no superen los 90 días a lo largo de un año natural".

Mientras un ciudadano cotice en España, sea trabajador o parado con derecho al subsidio por desempleo, no hay dudas sobre su derecho a la tarjeta sanitaria. El problema está entre los que no cotizan.

El revuelo ocasionado por esta medida obligó incluso al PP en el Congreso a dar explicaciones. El portavoz de Sanidad en la Cámara Baja, Rubén Moreno, garantizó que los parados que pierdan la prestación por desempleo seguirán manteniendo su tarjeta sanitaria aunque estén más de 90 días fuera siempre y cuando mantengan su residencia en España.

En la misma línea ha argumentado la Administración gallega. "Ningún ciudadano español tendrá problemas de cobertura sanitaria. Afecta solo a los extranjeros que trabajaron en España", advierte Fernández Campa. Así, explica que un estudiante, aunque no cotice, tiene derecho a pedir la tarjeta sanitaria europea si se va al extranjero.

Añade el número dos de la Consellería de Sanidade que un gallego que emigre y empiece a trabajar en otro país ya tendrá la cobertura sanitaria que le corresponde al cotizar en ese estado. Y si regresan a España, según aclara la Xunta, podrán solicitar de nuevo la tarjeta sanitaria española. Y en cuanto a los parados de larga duración, añade Fernández Campa, que si mantienen la residencia en España no hay peligro de que se queden sin la tarjeta sanitaria.

"Son falsedades absolutas", advierte la diputada y responsable de Emigración del PSOE, Carmela Silva, quien advierte que el texto legal es claro y no establece excepciones. "Esta norma afecta a todo aquel que esté más de 90 días fuera de España y si regresan tienen que volver a solicitar la tarjeta sanitaria con todo el engorro que supone", denuncia. Los socialistas han reclamado la comparecencia en el Congreso de la ministra de Sanidad, Ana Mato para que explique las consecuencias de esta medida. Silva critica además que la Xunta no se rebele.