El cielo de Galicia, especialmente en la zona del litoral, es un cielo sin estrellas a causa de la contaminación lumínica. Un grupo de la Universidade de Santiago reflexiona hoy -en un acto previo a la celebración, el sábado, del Día del Planeta- sobre las consecuencias de este tipo de contaminación y sugiere que Galicia, al igual que otras comunidades, desarrolle una legislación para controlarla.

El grupo Calidade do Ceo, nacido del proyecto USC en Transición -en el seno de la Oficina de Desenvolvemento Sostible de la USC-, está orientado a la educación ambiental en el área de la astronomía y la contaminación lumínica. Desde 2010 se une al compromiso con La Hora del Planeta todos los años y, en esta ocasión, propone una reflexión previa a la jornada del sábado centrada en la contaminación lumínica.

"No queremos que La Hora del Planeta sea un simple apagón, vacío de contenido; la idea es que la iniciativa sirva para reflexionar sobre las consecuencias del despilfarro energético, del que aún hay poca conciencia y concienciar a la comunidad universitaria para evitarlo", explica Lucía Giráldez, uno de los miembros del grupo.

La actividad, impulsada bajo el título O alén da Hora do Planeta, promueve junto al Observatorio Astronómico Ramón María Aller y las aulas verdes de las residencias universitarias de la universidad una jornada de reflexión sobre la importancia de las rutinas diarias y del compromiso con el medioambiente. El programa arrancará a las 20.30 horas con una charla introductoria a cargo de miembros del grupo Calidade do Ceo y con una posterior intervención de Fins Eirexas, de la asociación ecologista Adega. La jornada proseguirá con un breve paseo por el Campus Vida en el que se observará el impacto de la contaminación lumínica y con una visita guiada al Observatorio Ramón María Aller. Finalizará con un debate abierto con bebidas calientes y bizcocho para todos los participantes. Para inscribirse será necesario enviar un email a calidadedoceo@gmail.com.

"La contaminación lumínica altera nuestra salud y también influye en los animales, especialmente en las aves nocturnas que se desorientan y en sus hábitos de cría", explica Giráldez. Aunque las grandes ciudades son las mayormente afectadas por esta contaminación, la historiadora advierte de que "Galicia, especialmente en la línea de costa, está también bastante afectada".

La forma más clásica y sencilla de participar en La hora del planeta consiste en apagar las luces de los hogar entre las 20.30 y las 21.30 horas del sábado 29 de marzo. La idea es que, a medida que la noche vaya adentrándose en las ciudades, las ciudades disminuyan su consumo.

Como en otras convocatorias, Galicia se unirá además apagando algunos de sus edificios emblemáticos como la Torre de Hércules y la Plaza de María Pita, en A Coruña; la Catedral de Santiago y la Plaza del Obradoiro, en Santiago; la Muralla de Lugo; o la Plaza del Rey, la fachada del antiguo rectorado o la fuente de la Plaza de España en Vigo; entre otros. La hora es la misma para todos los países del mundo que se aventurarán en la Hora del Planeta cuando su huso horario apunte a las 20.30h. En el año 2011 España consiguió la medalla de plata por ser el segundo país con más ciudades inscritas en la campaña, 250 localidades, solo superadas por las 422 de Canadá.