El escritor gallego Agustín Fernández Mallo desembarca en Buenos Aires con "Limbo", un trabajo que el autor define, en una entrevista con Efe, como una "novela de ideas, de peripecia".

El "Limbo" de Fernández Mallo comienza con la historia del secuestro de una mujer en Ciudad de México, para saltar a la aventura de una pareja que viaja por Estados Unidos en busca del "sonido del fin" y al destino de dos músicos españoles que quieren grabar su "disco definitivo" en un castillo de la Bretaña francesa.

"Son historias separadas", explica el escritor, que abordan temas tan complejos como "la soledad, los procesos creativos y el sonido".

"Me interesaba que el sonido fuera un personaje más en el libro", admite Fernández Mallo (A Coruña, 1967), que se dio a conocer con el llamado "Proyecto Nocilla", compuesto por la trilogía "Nocilla Dream", "Nocilla Experience" y "Nocilla Lab", editadas entre 2006 y 2009.

Para su último trabajo, el autor de "Joan Fontaine odisea" ha optado por una "novela de ideas y peripecia" resultado de un proceso creativo "nada ordenado".

"No tengo ningún sistema de creación, voy escribiendo lo que me apetece en cada momento y en cada programación", señala el escritor, que trabaja ahora, precisamente, en un ensayo sobre el proceso literario, los sistemas complejos en red y los residuos de la basura y cómo pueden transformarse en material creativo.

Entretanto, avanza también en un libro de poemas y en un par de novelas más, asegura Fernández Mallo, que además de presentar "Limbo" (Alfaguara) en Buenos Aires ha participado en uno de los ciclos organizados en homenaje al centenario de Julio Cortázar.

Cortázar "es un autor capital en el avance de la literatura y en proponer nuevas estrategias narrativas", apunta el escritor.

Demostró, continúa, que "todo puede ser novelable, una idea muy antigua, que ya está en El Quijote, pero que hasta que no llegó él no se hizo de forma tan clara".

"Julio Cortázar nos mostró que todo es lo suficientemente popular como para entrar en una novela y lo suficientemente erudito como para entrar en una novela, y que todo quede bastante mezclado", sostiene.

Además, la suya es una "literatura fragmentada, hecha a través de fragmentos, de collage, donde todo de alguna forma encaja, aunque tenga flecos sueltos", y quizá, admite, esa es una de las principales influencias en la obra de Fernández Mallo.

"Cortázar fue precursor de lo que llamamos hoy día el estudio del mundo a través de los sistemas complejos", según el escritor español, que reconoce que cuando ve cómo arma sus novelas, se da cuenta de esa "estructura en red con el sistema complejo" y de que en cierto lo extrajo "de forma intuitiva aunque sea de Cortázar".

A su juicio, la influencia del autor de "Rayuela" en la literatura hispanoamericana es indiscutible y "negarlo sería, además de falso, ridículo".

Fernández Mallo admite también la influencia de otro genio de las letras argentinas, Jorge Luis Borges, a quien rindió un particular homenaje con "El Hacedor (de Borges). Remake", una readaptación de los cuentos del volumen homónimo del autor de "El Aleph", que tuvo que ser retirado de la venta por requerimiento de los abogados de su viuda, María Kodama.

"Borges es también un pionero del post-modernismo y Cortázar ejemplifica o materializa el postmodernismo, sin que esto suponga que Cortázar se basa en Borges, son campos que se van abriendo y testigos que se van recogiendo en literatura", apunta.

En común, sostiene Fernández Mallo, "en ambos está la existencia de la anomalía o la diversión como elemento narrativo".

El también autor del libro de poemas "Carne de pixel" (2008) compagina su actividad literaria con las presentaciones del "Fernández y Fernández" junto a Eloy Fernández Porta, un performance que combina música, vídeo y lectura de textos; las actuaciones del grupo de música "Frida Laponia" y la actividad de su blog.