Más de 8.000 jóvenes que quieren estudiar Formación Profesional se quedan sin plaza al año en Galicia. Pese a la ampliación de matrícula desde 2009, con un incremento de pupitres del 48%, no todos los candidatos, que la Administración gallega calcula en 46.772 al inicio de curso, consiguen entrar en FP. Un informe elaborado por la Xunta y expertos aconseja ampliar más las plazas en esta rama de enseñanza, sobre todo en los ciclos de grado medio más demandados.

El proceso de admisión a los ciclos formativos medios y superiores se realiza a partir de la segunda quincena de junio y, como resultado del proceso, "quedan un total de 8.333 jóvenes sin plazas en Formación Profesional", indica el documento que fija las líneas estratégicas en Educación para los próximos seis años, teniendo en cuenta las directrices de Europa. El 45% de los que quedan fuera se corresponden con ciclos medios y el 54,1% en grado superior. La Consellería de Educación puntualiza que muchos de los que no logran acceder a FP es porque "no consiguen plaza en el ciclo que quieren". "Solo en ciclos ordinarios cada año quedan unas 3.000 plazas vacantes, que no llegan a cubrirse", expresan fuentes de Educación, que añaden que si se tienen también en cuenta los módulos de adultos y otras modalidades de Formación Profesional "podría llegarse a 5.000 plazas libres".

Educación añade que siempre hay ciclos más solicitados que otros "y la oferta de plazas debe guardar un cierto equilibrio en el número de plazas, teniendo también en cuenta el mercado". Explican las fuentes consultadas que ampliar mucho las plazas en los ciclos más solicitados provocaría un aumento del alumnado en dichos estudios, como pueden ser Enfermería, Hostelería o Estética, frente a otros ciclos con menor demanda en los que cada año quedan vacantes.

Precisamente el propio informe de los ejes educativos hasta 2020, en el apartado de contexto socioeconómico en la comunidad, indica respecto a las tasas de paro en Galicia que "hay correlación con el nivel de estudios alcanzados, ya que la tasa de desempleo es menor en 12,1 puntos en las personas que terminaron estudios superiores con respecto a las que acreditan Educación Primario o inferior". La situación de crisis provocó el regreso de muchos jóvenes, que en su día no habían terminado estudios, a las aulas. Y, por otra parte, las estadísticas parecen afianzar que pese a las cifras de desempleo, tener estudios es mayor garantía para poder acceder y continuar en el mercado laboral. "Existe una correlación positiva entre el porcentaje de participación en los sistemas de FP y el empleo juvenil", indica el informe.

Aunque el volumen de alumnado se ha incrementado en el último lustro, las plazas no cubren toda la demanda. Si en la actualidad el número de estudiantes en Formación Profesional supera los 51.000, en el curso 2008-2009 esta cifra era de 34.746 matriculados, lo que significa que la FP gallega ganó 16.800 alumnos en cinco años. Desde dicho curso el incremento fue continuado, tras un periodo entre 2005 y 2008 en el que la matrícula en estas enseñanzas bajó un 11,4%.

El documento con las líneas estratégicas en FP coincidiendo con el periodo del Fondo Social Europeo 2014-2020 deja claro que Galicia debe continuar con la evolución de los últimos años: "El objetivo es incrementar el número de plazas, sobre todo en grado medio" y apunta en este caso que es necesario ampliar pupitres en las ramas más solicitadas. Según los datos recientes de lista de espera tras la primera matrícula, la familia sanitaria es la más demandada, con Enfermería o Farmacia. También alcanzó gran interés en los últimos cursos la Atención a las personas en situación de dependencia y siguen con elevada demanda Mantenimiento de Vehículos, Hostelería y Turismo, Imagen Personal o Estética. En grado superior también destacan Servicios Socioculturales a la Comunidad, Comercio y Marketing o Actividades Físicas y Deportivas.

¿Cuántas plazas hacen falta en la comunidad gallega para dar cobertura a todas las solicitudes de jóvenes? Según el propio documento, unas 26.000 hasta 2020, lo que supone algo más de 3.000 pupitres nuevos cada año en los centros integrados de Formación Profesional.