Los comienzos en Twitter son complicados. Estamos acostumbrados a otras redes sociales, tipo Facebook, en las que su funcionamiento es bastante sencillo, que cuando nos abrimos una cuenta en Twitter andamos bastante perdidos. Que si tienes seguidores y no amigos, que si se llaman followers, que si tuits, que si RT, que si trending topics, que si hashtags, que si menciones, que si solo hay 140 caracteres para escribir?

Todos los tuiteros pasamos por una serie de etapas desde que descubrimos esta red hasta que conseguimos entenderla y la sabemos manejar. Normalmente estas fases suelen ser parecidas en todos los usuarios, aunque pueden variar. A mí me han salido seis.

La primera es la negación más absoluta de Twitter. Oyes hablar de ella y te burlas de los que la utilizan. Te preguntas qué gracia le ven a escribir solo 140 caracteres o a leer lo que está haciendo el resto. En esta fase tu escepticismo es tan grande que ni te molestas en comprobar cómo funciona. Solo la criticas por lo que oyes a tus amigos.

En la siguiente fase ya das un paso más. Como tienes amigos y conocidos que no paran de usarla y todos los días hablan de Twitter en la televisión te decides a abrir una cuenta. Y? horror. No entiendes nada de nada. Escribes un primer tuit que dice "estoy probando Twitter" y te vas ante la incapacidad total de entender cómo funciona. Insistes en criticar a los que están en Twitter. Crees que no está hecho para ti y te vuelves a preguntar qué gracia le encuentran los demás. Hay muchos usuarios que se quedan en esta fase.

Tras una desconexión de unos meses, llega la tercera etapa. Decides darle otra oportunidad porque observas que el resto de la gente la sigue usando y hasta se lo pasa bien. Lees algún artículo sobre su funcionamiento y preguntas a conocidos para que te den algún consejo. En esta fase todavía hay peligro de abandonar esta red social.

Si tienes un poco de paciencia, y casi sin querer, llegas a la cuarta fase: la del descubrimiento de cómo funciona. Aquí aprendes poco a poco a usarla. Por fin entiendes de qué va. Conoces ya todas las palabras raras del comienzo del artículo. Te escuchas con total normalidad decir "tengo que tuitear esto". Es el comienzo de la relación de amor con esta red social.

Aprendes a seguir a gente interesante. A dejarla de seguir si no es interesante. Le coges el gusto a escribir solo 140 caracteres y a compartir enlaces que aporten valor a tus seguidores, que aún son muy pocos. Y un buen día llega la primera mención o el primer RT que te hace alguien a quien no conoces. Ese día has alcanzado la mayoría de edad.

La quinta fase es peligrosa. Es en la que estás enganchado a Twitter y hasta pareces un yonki de los 140 caracteres. Te vuelves un adicto y no paras de mirar todo el día el teléfono. Tienes miedo de que se te escape algo importante y no lo hayas leído. Dejas el móvil en la mesilla para consultarlo al acostarte y nada más levantarte. Y defiendes a muerte la red social frente a los que están aún en la primera fase. "Ay, que pobres -te lamentas-. No saben lo que se están perdiendo".

La sexta y la última es la más placentera. Twitter deja de ser una obsesión. Lo introduces dentro de tus hábitos de vida, pero sin obsesionarte. Le echas un vistazo cuando puedes (en el desayuno, mientras esperas el bus, un rato por la noche?). Tuiteas lo que te apetece. Lees artículos interesantes, otros los guardas en favoritos para leerlos después, retuiteas, conversas con tus seguidores? Y piensas que si no hubiese Twitter habría que inventarlo.