"La diversidad religiosa se adapta y se mueve; cambia a la par que lo hace la sociedad gallega". Esta declaración, extraída del libro Mareas de Pluralismo, la primera investigación sobre pluralismo religioso en Galicia, dirigida por el catedrático de Socioloxía de la Universidade da Coruña (UDC) Antonio Izquierdo, hace alusión a una realidad a la que los autores de ese estudio han puesto, por primera vez, cifras: las religiones minoritarias tienen 247 comunidades activas en Galicia, y aunque son practicadas solo por el 6% de los habitantes de la autonomía gallega, frente a una mayoría de católicos, ese porcentaje "irá en aumento" porque, tal y como apuntan, el pluralismo religioso "deriva de un proceso de cambio cultural más amplio", de "una profunda transformación en la adscripción y en la práctica religiosa, así como de su reconocimiento y de su visibilidad pública". "Se aviene bien con la sociedad fragmentada y con el modo de sentir, consumir y expresar las necesidades espirituales y las creencias personales", indican.

El objetivo principal de esa investigación ha sido "documentar y analizar la presencia de colectivos religiosos minoritarios" en Galicia, pero también "estudiar las relaciones que mantienen con los poderes públicos". "No es una revisión teológica de los fundamentos y de la sustancia de las creencias. Ni tampoco un examen a fondo de cada una de las religiones identificadas. Lo que se busca es analizar las relaciones que se producen entre esas minorías religiosas y el gobierno autonómico y local de Galicia. Un reconocimiento del pluralismo religioso como producto del cambio democrático en la comunidad gallega; una presentación del vínculo entre transición democrática y transición migratoria", aclaran los responsables de este informe pionero, publicado por la Fundación Pluralismo y convivencia y coordinado por la investigadora Montserrat Golías Pérez, en el que trabajaron, también, los profesores de la UDC Raquel Martínez Buján y Antía Pérez Caramés y el antropólogo Adrián Mandado Cendón. Contó, además, con la colaboración de la profesora de la UDC Mª Jesús Alonso Seoane, experta en budismo, y de varios alumnos del Grado de Socioloxía y del Máster Oficial de Migraciones Internacionales; y con la participación activa de representantes y miembros de las comunidades religiosas implicadas, que "no solo han dejado sus testimonios", sino que "han acercado la historia, la doctrina y, sobre todo, las acciones y preocupaciones de sus respectivas confesiones".

El estudio ha constatado que evangélicos, Testigos de Jehová y musulmanes son, por ese orden, las minorías religiosas más numerosas en Galicia, donde también se localizan grupos de otras religiones cristianas como adventistas u ortodoxos, y colectivos de budistas, hindúes o judíos, entre otros. Los flujos migratorios han tenido mucho que ver en la aparición de este pluralismo religioso en la comunidad. No solo porque hayan llegado emigrantes de otros países, también por todos los gallegos retornados a lo largo de las últimas décadas. "De las tres fuentes de las que bebe el pluralismo religioso, tradición, conversos y migraciones, esta última es la que más ha influido en la comunidad gallega", explica Antonio Izquierdo.

Casi la mitad de las iglesias y grupos religiosos minoritarios se localizan en la provincia de A Coruña, seguida de Pontevedra, que aglutina el 30% del pluralismo religioso de Galicia, según los responsables del informe.

Ourense y Lugo apenas concentran pluralidad de confesiones, con el 12% y el 10%, respectivamente. "La provincia ourensana cuenta con menos lugares de culto diferentes, pero con un mayor número de miembros, especialmente en las congregaciones evangélicas de la capital", aclaran los autores del estudio, que apuntan que el pluralismo religioso "sigue la lógica demográfica".

"Las ciudades gallegas con más volumen de población empadronada, A Coruña y Vigo, están a la cabeza no solo en cuanto al número de lugares de culto, sino también en la variedad de confesiones que acogen, pudiéndose encontrar hasta catorce diferentes", señalan.